El español converso al islam Jacob Orellana, alias Yacoub, acusado de integración en Dáesh, ha negado en el juicio pertenecer a ninguna célula yihadista ni haber planeado atentados en Barcelona y ha asegurado que es "musulmán y catalán, pero no independentista".

"Nunca hemos hablado de atentar nada ni ninguna cosa de estas, no ha habido más que playa, un poco de deporte, risas, luego me he ido y me han metido en la cárcel", ha expuesto Orellana en el juicio que ha comenzado este lunes en la Audiencia Nacional contra esta célula desarticulada en 2015 en la operación Caronte y que planeó atentar en lugares emblemáticos de Barcelona como el Parlament.

"Si a mi una persona me dice que va a atentar en mi tierra o me lo tomo a risa, o me lo tomo en serio y voy a la Policía o no se que hago. Si en los atentados de Barcelona casi pillan a mi prima que trabaja en El Corte Inglés", ha añadido.

Allahu Akbar, como "viva Nacho Vidal"

Jacob Orellana, el primero de los diez acusados en prestar declaración en el juicio y que luce una barba poblada, ha dicho en varias ocasiones que solo es "un frutero" y que esta "indignadísimo" porque él es "inocente".

Cuando su abogado Marcos García Montes le ha preguntado qué significa "Allahu Akbar" (Dios es grande) y si es una expresión común tipo "viva la virgen del Rocío", ha dicho: "Sí, sí, es como quien dice viva Nacho Vidal".

Y al preguntarle si se consideraba el líder de la célula yihadista, ha dicho: "¿Líder? ¿Yo? ¿Líder? No, no, no, si no pude ni llegar a hacerme autónomo".

Para tratar de desvincularse de esta célula, ha asegurado haber tenido solo cierta relación con uno de los acusados, Taofiq Mouhouch, con quien coincidió "dos o tres veces", y que al resto solo los conocía de vista.

Ha acusado además a la Policía y a la Fiscalía de inventarse las pruebas contra él, así como al agente infiltrado que intervino en la operación Caronte y con quien coincidió en alguna ocasión de "sacar siempre el tema" del yihadismo y de enseñarle constantemente vídeos "aunque no vinieran a cuento".

38 kilos de azufre

A esta célula se la acusa de planear atentar con explosivos de fabricación casera, al igual que hizo este verano la célula que atentó en Barcelona y Cambrils, por lo que ha sido preguntado por los 25 sacos con 38 kilogramos de azufre que se encontraron en un habitáculo escondido en su casa.

Según Yacoub, "llevaban ahí 10 o 15 años" y ha asegurado que pertenecían al antiguo inquilino, al que se los guardó porque le daba pena porque parecía que tenía "síndrome de Diógenes y ¡ale! A la cárcel".

Ha dicho que se siente "ofendido" por llevar "años en la cárcel sin haber cometido ningún delito", donde se juega "el pellejo en el patio con presos violentos" y donde le tachan de yihadista "aunque se afeite la barba". También ha comentado que toda su familia es cristiana y que nunca ha tenido problemas por ser musulmán: "Al contrario, si hasta una judía se quería casar conmigo".