Los máximos responsables de la Policía Científica, Miguel Angel Santano y su número dos, Pedro Antonio Mélida, negaron ayer en la segunda sesión del juicio del llamado caso del ácido bórico que Interior les ordenara eliminar las relaciones entre ETA y el 11-M de un informe realizado por tres peritos de la comisaría en el 2004. La AVT, Manos Limpias y la Asociación de Ayuda a las Víctimas 11-M, en virtud de lo publicado por los medios que defienden la teoría de la conspiración , les acusan de haber falsificado el informe.

Uno de los peritos que lo elaboró, Manuel Escribano, sostuvo ante el tribunal que "la palabra ETA era lo que estorbaba". El policía explicó que había detallado las posibles relaciones entre la banda y el 11-M en función de una sustancia, el ácido bórico, encontrada en dos pisos francos porque lo consideró "excepcional". Su jefe quiso eliminar esta observación "por orden de la superioridad".

Sin embargo, sus superiores negaron la mayor. "No he recibido en 29 años de profesión ninguna orden de tipo político porque sería manifiestamente injusto", argumentó Mélida. El jefe policial explicó que ordenó eliminar "las elucubraciones" de Escribano porque eran "juicios de valor sin rigor científico".