La banda de los POE ha perdido a uno de sus miembros. El soldado extremeño Germán Pérez era uno de los cuatro pilares que formaba este grupo de amigos y, ahora, Miguel Angel, Carlos y Antonio, el resto de componentes, lloran la pérdida del más joven de la banda.

A pesar de haber nacido en Alange, Germán pasó su infancia y pubertad en Mérida, para después irse a Sevilla a los 23 años, donde se asentó y formó una familia. Pero su más íntimo circulo de amigos lo dejó en tierras castúas, concretamente en la capital de Extremadura, donde las banderas del ayuntamiento ondean a media asta desde ayer.

Germán estudió en los Salesianos hasta COU y a los 23 años se alistó en el Ejército, donde pasó tres años. En los años siguientes se dedicó a otras cosas, aunque siempre estuvo vinculado a aquella profesión. Por ello, el destino quiso que en enero del 2007 Germán volviese al ejercito, lo que dio lugar a un trágico desenlace.

Miguel Angel Obrero era una de los mejores amigos de la infancia de Germán. Destaca del soldado "el amor que le tenía a Mérida, y el orgullo con el que paseaba el nombre de su tierra por todos los rincones del mundo".

Germán Pérez quiso ser soldado desde pequeño, como otros amigos suyos, aunque él fue el único que llegó a cumplir su sueño. Miguel Angel reconoce que le llenó de orgullo saber que Germán alcanzó una de sus metas, y recuerda lo mucho que les gustaba jugar a ser militares.

Siendo niños, estos cuatro chicos formaron un grupo de acampada y año tras año se reunían para explorar los valles y campos de la región.

"Nuestros padres nos llevaban al lugar elegido y allí acampábamos durante dos semanas, conviviendo con la naturaleza, que era una de las cosas que más le gustaba a Germán", explica Miguel Angel.

Fue en una de sus acampadas en el Valle del Jerte cuando comenzaron a llamarse los POE. Carlos de la Llave explica que en el valle existe un paraje denominado Garganta de los Papúos, y señaló que debido a su afición de ser militares formaron la brigada de los Papúos de Operaciones Especiales (POE).

Carlos define a su amigo como una persona vital, amante del deporte y la escalada, "conocido en Mérida por los de su quinta por la simpatía que desprendía".

Desde que se separaron hace ya varios años, los POE y otros amigos se reunían todas las Navidades y en "ocasiones especiales", como sus bodas, para recordar los momentos que vivieron juntos.

El cuarto del grupo es Antonio Moreno, quien subraya la facilidad que Germán presentaba para escribir y expresarse: "Podría haberse dedicado a cualquier rama y destacar en ello. Por ejemplo a escribir".

Antonio asegura de su compañero que de haber sido escritor "habría narrado su muerte en un campo de batalla y él como protagonista".

Lo que podría haber sido una novela sucedió realmente y hoy sus amigos se reunen en Sevilla para dar el último adiós a una persona que persiguió lo que siempre quiso ser.