El debate en el consejo político de Izquierda Unida sobre la candidatura al Parlamento Europeo reveló ayer la crisis de fondo de la formación de Gaspar Llamazares. El sector del PCE afín a Francisco Frutos, capitaneado por su joven delfín, Iván Alvarez, y las corrientes críticas, aglutinaron una contestación del 40% en las votaciones sobre el método de elaboración de la candidatura; sobre su cabeza de lista, Willy Meyer, y la alianza básica con Iniciativa per Catalunya-Verds, que coloca de número dos a su candidato, Raúl Romeva.

57% DE VOTOS Después de mucho debate, Llamazares sacó adelante la lista europea con el 57% de los votos de los 157 miembros del consejo político. Tras Romeva, el tercer puesto fue para la actual eurodiputada Marisa Bergaz, con el compromiso de ceder su escaño a mitad de legislatura a la catalana Angels Martínez (ocupa el cuarto lugar y pertenece a Esquerra Unida y Alternativa). El sexto es para la actriz Pilar Bardem y el noveno, para el poeta Luis García Montero.

En el consejo se oyeron alegatos contra el procedimiento impuesto por Llamazares, contra Iniciativa-Verds, contra el entreguismo al PSOE y contra la pérdida de autonomía del proyecto de IU. También se anunciaron recursos internos e impugnaciones de la candidatura. Los seguidores de Frutos descartaron presentar lista alternativa, pero el eurodiputado saliente Salvador Jové postuló la suya para intervenir y desahogarse contra una dirección que, dijo, no ha valorado su trabajo. Luego la retiró, consciente de que los estatutos le impiden estar más de dos legislaturas en la Eurocámara.

Felipe Alcaraz reflejó la crisis de fondo cuando dijo: "Hoy se rompe una asamblea de unidad, conseguida cinco meses atrás, ¿por qué?". Llamazares declaró que un sector de IU no ha digerido el resultado de las elecciones del 14 de marzo y quiere revisar su proyecto. Su liderato depende del apoyo andaluz.