Los atentados de Madrid y sus repercusiones han provocado la aparición de los primeros síntomas de preocupación en la industria turística española, que empieza a tomarse en serio las posibles consecuencias negativas de las amenazas terroristas contra España.

Hoteleros y agencias de viajes temen que el miedo a nuevos atentados de Al Qaeda pase factura y acabe con las positivas expectativas que se tenían para la campaña veraniega. Las empresas turísticas no han notado aún las secuelas de los atentados del 11-M, ya que las vacaciones de Semana Santa están prácticamente monopolizadas por los ciudadanos españoles.

"ALGUN PREJUICIO" El presidente de la Federación Española de Asociaciones de Agencias de Viajes (FEAAV), Jesús Martínez Millán, reconoce que la situación de tensión que vive España "no es buena" para el turismo y admite que puede provocar "algún perjuicio".

La patronal de la agencias de viajes se muestra "expectante" ante la evolución que pueden experimentar en los próximos días las reservas para viajar este verano a España. En las reservas para esta Semana Santa "no hemos percibido ninguna incidencia negativa ni cancelaciones especiales por los atentados del 11-M, pero hay que tener en cuenta que se trata de unas vacaciones marcadas por el mercado doméstico y con pocos visitantes extranjeros", apunta.

Según explica, el turismo foráneo de Semana Santa es "cultural" y suele concentrarse en ciudades como Madrid y Barcelona. De ahí que sea "reveladora" la caída de entre el 8% y el 10% que han sufrido las reservas hoteleras madrileñas, según los datos de la asociación de hoteleros de Madrid. Sin embargo, Millán tiene confianza en que la imagen de España como país "europeo de primer orden" contribuya a tranquilizar a los turistas extranjeros.