La exalcaldesa de Córdoba Rosa Aguilar apenas ha respetado el pacto de no agresión que anunció tras salir de IU para acceder al nuevo Gobierno andaluz (PSOE) y defendió ayer su decisión con el argumento de que la coalición "ya no es la que era". Salvo estas palabras, no quiso entrar en polémicas con la dirección de su antigua organización, asegurando que el malestar se irá diluyendo porque "siempre que llueve escampa".

La flamante consejera andaluza de Obras Públicas, que ayer tomó posesión del cargo junto al resto del nuevo equipo de Gobierno, tuvo que repetir por enésima vez que su decisión ha sido personal. "He hecho --afirmó-- lo que tenía que hacer desde mi ética y desde mi honestidad", que era abandonar sus responsabilidades con IU antes de incorporarse al Gobierno regional como "mujer independiente y de izquierdas". Así, pidió que se coloque el reloj "a cero" y se la valore por su trabajo al frente de las infraestructuras andaluzas.

LEALTAD Y ESFUERZO Aguilar, que se mostró dolida por las reacciones de la coalición --"en política no significa que las cosas no duelan"--, quiso dejar claro que sigue siendo la misma y que en todo momento ha trabajado "con lealtad, esfuerzo y cariño" por su antigua formación. La exregidora ha encontrado una aliada en Cristina Almeida, abogada y exdirigente de IU y del PCE, quien recordó que los partidos "no son dueños de las personas".

En su defensa también salió su nuevo valedor, el presidente andaluz, José Antonio Griñán, que destacó su "cualificación indudable".