La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, abogó el pasado lunes por un gobierno de concentración para tiempos de crisis. Lo hizo en el seno del comité ejecutivo del PP y después de que su compañero y presidente de La Rioja, Pedro Sanz, hubiera hecho la misma propuesta minutos antes. Inmediatamente trató de quitarle hierro al asunto la dirección popular. Incluso, el propio Mariano Rajoy afirmó que Aguirre no hablaba en serio, sino "en tono irónico". Pero Rajoy se equivocó, a tenor de las palabras que pronunció ayer la dirigente madrileña. "Si Rodríguez Zapatero quisiera hacer un pacto de Estado a fondo y de verdad con los grupos políticos, debería proponer un gobierno de concentración, porque eso no es raro y se ha hecho en muchos países", recalcó.

"CONVICCION PERSONAL" Aguirre fue preguntada ayer por los periodistas, en varias ocasiones, por esta cuestión. No evitó el tema, pese a ser consciente de que la cúpula de su partido hubiera preferido que callara: "ha dicho lo que ella piensa que hay que hacer. Es su convicción personal y no una propuesta formal", se apuntaba desde su entorno.

Pero la línea oficial de su partido no va por ahí. De hecho, ni siquiera se plantea en serio (de momento) reclamar un adelanto electoral o presentar una moción de censura.