La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, se ha declarado en "rebeldía" frente a la subida del IVA que aplicará el Gobierno a partir del próximo julio. Y tan rebelde se siente que, en plena crisis, está dispuesta a renunciar "al cien por cien" de los ingresos que puedan corresponderle a la comunidad por dicha reforma fiscal a fin de demostrarle al Gobierno su rechazo visceral a su política impositiva.

La postura adoptada por Aguirre cuenta, según parece, con el visto bueno de su jefe en el PP, Mariano Rajoy, aunque existan matices: a la dirección popular le preocupa que el "peculiar" lenguaje elegido por su compañera madrileña para rechazar al nuevo IVA pueda confundirse, en medio de la tormenta económica, con una llamada a la insumisión fiscal. "Rebelión contra el IVA no es lo mismo que insumisión fiscal", puntualizó ayer con interés ante la prensa un alto cargo del partido.

Hasta el propio Rajoy quiso colaborar en la tarea de aclarar a los periodistas que Aguirre solo pretende "presionar" al Ejecutivo, como el resto del PP, para que dé marcha atrás en su iniciativa. "Nosotros somos un partido serio", proclamó. En cualquier caso, el líder conservador subrayó que lo importante es la iniciativa parlamentaria que, el próximo martes, defenderá su grupo en el Congreso para tratar de obligar al Ejecutivo a frenar la subida del IVA. "Veremos qué pasa, porque en esta Cámara hay mucha gente que está en contra de esa medida del Gobierno", apuntó Rajoy en una conversación informal en los pasillos del Congreso. Sin embargo, el PSOE ya se ha buscado al PNV y a Coalición Canaria como aliados para frenar esa estrategia.

EL MINISTRO ATACA Claro que el hecho de que Rajoy desee que la atención pública se centre en sus propuestas económicas en las Cortes no significa, ni mucho menos, que los socialistas se vayan a plegar a sus deseos y a perder la oportunidad de responder al desafío planteado por Aguirre. Ayer, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, retó a la presidenta madrileña a dar un paso más en su "rebeldía" y a renunciar al cheque que, hace semanas, recibió tras la aprobación del nuevo modelo de financiación autonómica. "Y de paso, también debería responder por qué no se pone a la cabeza a la hora de decir o hacer que tanto el ayuntamiento como la comunidad harán esfuerzos para reducir el déficit", agregó.

Aguirre hizo oídos sordos a las sugerencias de Corbacho. Pero su número dos en el Gobierno regional, Ignacio González, se encargó de especificar que a lo que sí están dispuestos es a renunciar a los réditos que le correspondan a Madrid por la subida de impuestos de la Administración central. ¿Seguirán otras autonomías populares esta senda? Pues parece que no, según explicaron ayer desde la dirección del PP. De hecho, Rajoy confirmó a la prensa que no piensa dar instrucciones para que se generalice la campaña informativa y de recogida de firmas que, contra el IVA, impulsará Aguirre.

ASESORES FISCALES La declaración de "rebeldía" de Aguirre no ha dejado indiferente a los políticos, pero tampoco al mundo económico, por más que ella insista en que no está abogando por dejar de pagar impuestos. Ayer, el registro de economistas y asesores fiscales (Reaf) se quejó de que un presidente autonómico se haya atrevido a jugar con un tema tan delicado como el fiscal. "Después de mandar el mensaje de que somos un país serio, de que queremos reducir el déficit y asumir el coste que tiene decir que se va a subir el IVA, decidir ahora bajarlo sería dar un mensaje de falta de credibilidad", apuntó el Reaf.