Una semana. Este es el tiempo que ha tardado la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, en condenar los fotomontajes que varios activistas marroquís han colgado en la denominada tierra de nadie de Beni-Enzar para denigrar a las nueve policías españolas que trabajan en el paso fronterizo de Melilla. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) denunció los hechos el jueves pasado, día 12, pero hasta ayer la ministra no salió a la palestra. Y lo hizo a través de un comunicado. En la nota, califica de "intolerables" los carteles y muestra todo su "apoyo y reconocimiento al trabajo y la profesionalidad con la que esas mujeres desempeñan su labor en un destino especialmente delicado". También asegura que "se tomarán las medidas oportunas ante cualquier cuestionamiento de la autoridad por razón de sexo para que ningún incidente quede impune".

Quizá por las críticas recibidas por su tardía reacción, la ministra subraya además que su departamento está "en permanente contacto" con Interior y con la Delegación del Gobierno en Melilla. Y recuerda que este conflicto será uno de los temas que abordarán el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y su homólogo marroquí, Taieb Cherkaoui, en la reunión que mantendrán el próximo lunes en Rabat.

LAS VACACIONES" Pero Aído no es único blanco de los reproches. El secretario general del Partido Popular, Esteban González Pons, exigió ayer desde Melilla que la ministra de Igualdad y el de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, suspendan sus vacaciones para ocuparse de la crisis. González Pons también anunció que su partido pedirá la comparecencia en el Congreso de los Diputados tanto de Aído como de Moratinos y Rubalcaba.