El alcalde de Toques, Jesús Ares, condenado por abuso sexual a una menor, ha anunciado que no piensa renunciar a su cargo y que está dispuesto a "entregar su sangre" por este municipio coruñés.

En la sesión plenaria en la que tanto la única representante socialista, Cruz Bández, como los dos concejales independientes solicitaron al grupo popular la dimisión del regidor, éste se ha negado rotundamente a hacer un pronunciamiento sobre su postura y se ha limitado a dar un golpe fuerte en la mesa y a decir: "El alcalde sigue".

Ares, a quien ayer el Comité Ejecutivo del PPdeG --partido del que está suspendido de militancia-- le exigió su renuncia en el cargo, ha adoptado la decisión de continuar como alcalde hasta que se resuelvan en la Audiencia Provincial los recursos sobre la sentencia que le condena.

El alcalde, de 71 años y que fue condenado la semana pasada por abuso sexual a una menor del municipio, hija de un amigo, ha hecho este anuncio durante una sesión marcada por la tensión y la división entre los vecinos, en la que algunos partidarios del regidor llegaron a agredir y expulsar de la sala de plenos a los cámaras de televisión que acudieron a cubrir el acto.