De piñón fijo. El alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso, de Izquierda Unida (IU), reiteró ayer sus críticas al Rey tras declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska. El magistrado, concluidas las diligencias, decidió dar un plazo de 10 días al fiscal para que decida si acusa o exculpa al regidor de un delito de injurias graves a la Corona.

Barroso fue imputado después de que llamara a Juan Carlos "crápula" y "corrupto" durante la celebración del 77º aniversario de la República, el pasado 14 de abril. En ese acto, el alcalde afirmó que se debería aplicar al Monarca la ley de extranjería, y añadió: "Aunque no le colguemos con los intestinos de los obispos, lo tendremos que echar, más temprano que tarde, de forma democrática". Estos hechos han sido tipificados como un delito de injurias graves, castigado con una multa de seis meses a dos años de prisión.

En opinión del magistrado, las manifestaciones de Barroso trascienden el ejercicio legítimo del derecho a la libertad de expresión, incluso política. Por ello, Marlaska sostiene que dichas palabras fueron desproporcionadas "a los fines de conjugar la crítica, incluida la institución monárquica", porque violentaron "el límite de intangibilidad, inherente a la dignidad" del Monarca y "los fundamentos del orden político y la paz social".

ABRIR EL DEBATE Barroso llegó a la Audiencia Nacional con una insignia republicana en la solapa, acompañado por el número dos del Partido Comunista, Felipe Alcaraz. A las puertas de la sede judicial, el alcalde expresó su satisfacción por la decisión del juez. En su opinión, la medida va a permitir que se abra "el debate republicano".

El regidor afirmó que se siente "deshonrado" por el Rey. E instó a Juan Carlos a explicar a los españoles "por qué su fortuna es la cuarta de España, cuando dijo que venía con una mano detrás y otra delante". También le instó a aclarar "su verdadera implicación en el 23-F". Además, le recriminó que sus escarceos amorosos sean "pagados con cargo a los fondos reservados".

El alcalde aprovechó su presencia ante los medios para criticar al PSOE, al que acusó de ser "el principal blindaje" del Monarca. "El Rey tiene un cinturón de seguridad, un cinturón sanitario que impide la libertad de expresión", insistió.

CONTRA EL CIUDADANO Barroso aseguró que todas sus declaraciones estaban documentadas en libros. Así, negó ante el juez que intentase "ofender". Y matizó que sus palabras no iban dirigidas contra el jefe del Estado, sino contra el ciudadano Juan Carlos de Borbón.

El fiscal tiene ahora 10 días de plazo para decidir si pide la apertura de juicio oral contra el alcalde o el archivo del caso. El letrado de Barroso, Enrique Santiago, anunció que recurrirá la decisión del juez. Marlaska anunció que contra su decisión caben recursos de reforma o de apelación directa a la sala.