El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Francisco José Alcaraz, demostró ayer que, por muchas querellas que le lluevan, seguirá manteniendo su particular cruzada contra el Gobierno. Nada más salir de declarar ante el juez por un delito de injurias contra el Ejecutivo, volvió a hacer comparaciones de este con ETA. "El Gobierno compartirá alegría con los terroristas, con los separatistas y con el brazo político de ETA al ver al presidente de la AVT entrando por la puerta de la Audiencia Nacional", manifestó ante los periodistas.

Alcaraz fue citado por el juez Ismael Moreno, quien admitió una querella de la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (ADADE). El representante de la AVT tan solo estuvo unos minutos en su despacho, los suficientes para reconocer como suyas las declaraciones que aparecen en la denuncia. La asociación quiere sentarle en el banquillo por algunas de las manifestaciones que hizo durante la tregua en las que acusaba al Gobierno de ser cómplice de la banda terrorista. "Zapatero es el embajador de ETA; el presidente hace tiempo que habla, siente y padece como los propios terroristas", dijo en una ocasión.

Aún así, Alcaraz afirmó ante el juez que en "ningún momento" tuvo la intención de injuriar al Gobierno, porque dichas frases fueron pronunciadas en "el contexto de un proceso de negociación", en el que, como "víctima" de ETA, expresó lo que sentía, según consta en la transcripción de su declaración.

Además, el portavoz de la AVT acusó a ADADE de "sacar de contexto" sus declaraciones, muchas de ellas "metáforas" a las que el colectivo ha querido dar "otro sentido". Alcaraz solo respondió a las preguntas de su abogado y a la salida insistió ante los periodistas que se ratificaba en sus acusaciones. Por su parte, el PP acusó al PSOE de llevar a Alcaraz ante la Audiencia "en su hoja de ruta de criminalización de las víctimas".