Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han llevado a cabo un esfuerzo titánico para adaptarse a la amenaza que se acabó de hacer patente, tras el 11-S en Nueva York, con la masacre de Madrid, el 11 de marzo del 2004. El terrorismo islamista se había convertido en el gran peligro al cual se debía hacer frente. El aparato judicial y las fuerzas policiales redoblaron esfuerzos, medios y efectivos, y han asestado sucesivos golpes contundentes contra las redes islamistas en España.

A

Tres días después de los atentados de Atocha, Santa Eugenia y El Pozo, se produjeron las primeras detenciones. Fueron los marroquís Jamal Zugam (que aparecía en el auto de Baltasar Garzón contra Al Qaeda por el atentado contra las Torres Gemelas), su hermano Mohamed Chaoui y Mohamed Bekali y dos hindús, Vinay Kohly y Suresh Kumar. De este grupo, sólo Zugam, presunto autor material, permanece en prisión.

Las investigaciones llevadas a cabo por el juez Juan del Olmo y la fiscal Olga Sánchez han imputado a 74 personas. De ellos, 22 están en prisión, 17 en libertad con obligación de comparecer ante la justicia y 33 en libertad. Además, forma parte la llamada trama asturiana de los explosivos, en la que están implicados Emilio Suárez Trashorras, un exminero y confidente policial, su mujer y su cuñado, y otras personas que trabajaron en la mina en la que se robó la dinamita del 11-M. Un menor, apodado el Gitanillo, ha sido ya condenado a seis años de cárcel.

B

El juez Baltasar Garzón puso en marcha el 18 de octubre del pasado año la operación Nova, que supuso un total de 43 detenciones. Finalmente, 39 de los arrestados fueron encarcelados.

La mayor particularidad de este gran dispositivo es que se detuvo a 15 islamistas que ya se encontraban cumpliendo condena en las cárceles de Topas (Salamanca), A Lama (Pontevedra), Teixeiro (A Coruña), Bonxo (Lugo), Villabona (Asturias), Zuera (Zaragoza), Puerto 1 (Cádiz) y Córdoba. Aunque sus condenas correspondían a delitos comunes, la policía sospechó que se dedicaron a estructurar la red terrorista desde prisión.

En la primera fase, se detuvo a 18 extremistas que formaban el grupo Mártires por Marruecos. Su objetivo era atentar contra la Audiencia Nacional, el Tribunal Supremo y otros edificios emblemáticos de Madrid. Su líder era el argelino Mohamed Achraf, que fue detenido en Suiza por estancia ilegal y extraditado a España en abril de este año. Todos ingresaron en prisión, aunque uno fue liberado.

En una segunda fase, el 28 de octubre del 2004, se detuvo a 13 islamistas más, de los que cinco ya estaban en la cárcel cumpliendo condena. Todos fueron encarcelados, aunque uno de ellos, Mustafa Zanibar, se suicidó en la prisión de Zuera el pasado 24 de febrero. La operación se completó el 14 de diciembre del 2004, con cinco detenciones más, de los que cuatro ingresaron en prisión.

C

La llamada operación Saeta fue la mayor redada de islamistas practicada en Madrid y relacionada con los atentados del 11 de marzo. Se llevó a cabo el 1 de abril y más de un centenar de agentes formaron parte del dispositivo, que se desarrolló en Madrid, Getafe y Paracuellos del Jarama. Se practicaron 13 detenciones aunque, al final, todos quedaron en libertad.

Además de un ciudadano egipcio, un palestino y un argelino, seis de los arrestados eran de origen marroquí y cuatro sirios. Todos fueron liberados entre cuatro y cinco días después de ser detenidos y prestar declaración ante el juez Del Olmo. De estos, a diez se les mantuvo la imputación por presunta participación en un delito de colaboración con banda armada, mientras que a 2 se les acusó de falsificación de documentos.

Esta operación relacionaba a los detenidos con el presunto jefe de la célula que realizó los atentados del 11-M, Sarhane ben Abdelmajid Fajet El tunecino, quien se inmoló en Leganés junto a otros seis islamistas. También se relacionaban con el portavoz de la red de Al Qaeda en Europa, Yusef Belhadj, en cuyo nombre se reivindicó el atentado de Madrid. Los detenidos formaban dos grupos diferentes que mantenían relaciones separadas con ambos responsables. Los arrestados mantenían comunicación con Mustafa Maymouni, preso en Marruecos por los atentados de Casablanca.

D

Además de las grandes operaciones policiales, se han producido arrestos de presuntos integristas islamistas relacionados tanto con las explosiones de las Torres Gemelas como con células durmientes de Al Qaeda en España y con grupos salafistas relacionados también con los seguidores de Bin Laden.

Una de las detenciones más significativas fue la de diez paquistanís en septiembre en Barcelona. Se les incautó pasaportes falsos, libros sobre la yihad y vídeos de varios rascacielos. Seis meses después se confirmó que habían enviado dinero a Mohamed El Egipcio, implicado en el 11-M. Seis marroquís fueron detenidos también en Barcelona el 22 de diciembre. Tres pasaron a disposición judicial por intentar comprar explosivos.