Actores independentistas como la ANC y Òmnium redoblaron ayer la presión sobre JxCat, ERC y la CUP para que abandonen los callejones sin salida y planteen un candidato a president viable y efectivo. Aunque pueda entenderse como una claudicación ante el Estado, contra el que siguen dirigiendo la mayoría de sus ataques, las entidades creen que la formación de un Govern no solo permitiría pasar la página del artículo 155 de la Constitución, sino que también daría tiempo al conglomerado soberanista para remozarse en busca de la mayoría social que las urnas le han negado en dos ocasiones.

De la asamblea de Òmnium Cultural salió ayer el mandato de hacer «más sólida y más amplia la mayoría a favor de la república». Sus dos máximos dirigentes, Jordi Cuixart --encarcelado en Soto del Real-- y Marcel Mauri aseguran verse «asombrados por un triste espectáculo de los partidos que, lejos de plantear un debate honesto y generoso que confrontara ideas sobre los retos urgentes y de futuro, han malgastado tiempo y energías en batallas tácticas». Y resumen que «estas dinámicas empequeñecen» al soberanismo.

Este mensaje entronca con la estrategia de ERC, iniciada por Joan Tardà y bendecida por Oriol Junqueras y Marta Rovira, en pos de tender la mano a la izquierda no independentista para superar la «división de bloques» y la actual «alianza conservadora».

Algo menos transversal es el llamamiento de la dirección saliente de la ANC, que ha exigido a los partidos independentistas un «paso adelante» para que sea posible formar un Govern que acabe con el 155. En este caso, los interpelados son solo las fuerzas que quieran «implementar la república». Entiéndase pues JxCat, ERC y la CUP.

HOY, MANIFESTACIÓN / La Asamblea llevará su presión a la calle hoy a las 17.00 horas con una manifestación en el paseo de Colón de Barcelona, desde Drassanes hasta el Parc de la Ciutadella. Una convocatoria mucho más discreta que muchas otras anteriores, pero con el mismo leit motiv: formar Govern con urgencia.

El «paso adelante» que reclama la ANC lo podría dar próximamente Jordi Turull, a quien muchos señalan como el plan c de JxCat. Pero hay otras dos salidas entre las que se debate la marca de Puigdemont: postular directamente a un candidato sin cuentas pendientes con la justicia o arriesgarse a otras elecciones tras haber perdido el bloque independentista dos escaños en las últimas. Algunos vaticinan que no se tardará en saber la respuesta.