La revelación, esta semana, de la existencia de un plan de ETA para asesinar a la juez antiterrorista de París Laurence Le Vert ha disparado la preocupación en Francia por la amenaza etarra. El Ministerio del Interior francés ha anunciado que proporcionará protección adicional a Le Vert, pero la noticia ha causado una fuerte impresión a la antigua fiscal antiterrorista Irene Stoller, que desde que se jubiló ha visto suprimida su escolta.

"No puede decirse que fuera una sorpresa, pero esas revelaciones no me han dejado indiferente", declara Stoller a este diario. La antigua fiscal sostiene que no es ella quien debe pedir al Gobierno francés que le reponga la escolta: "Es él quien debe proponérmelo. Es una gran inconsciencia por parte de las autoridades francesas dejarme caer así".

Durante 13 años, Stoller leyó los cargos a más de 200 terroristas de ETA detenidos en Francia. Amenazada por la banda, en sus últimos años de ejercicio profesional vivía rodeada de importantes medidas de seguridad. Al jubilarse, en junio del 2001, París decidió suprimirle la protección, aunque la decisión "fue suspendida hasta finales de aquel año gracias a una intervención de las autoridades españolas", explica.

No obstante, "y a pesar de la intercesión del fiscal general de París, de la propia Le Vert y de responsables policiales de la lucha antiterrorista", la supresión de la escolta por el anterior Gobierno francés, socialista, se hizo efectiva el 31 de diciembre del 2001.