Representantes de Acción Nacionalista Vasca (ANV) no pasaron ayer la prueba del algodón al eludir pronunciarse sobre la violencia callejera rechazando responder a cualquier pregunta de los medios de comunicación. El mismo día en que se hacía balance en Rentería (Guipúzcoa) del mayor ataque de kale borroka desde la ruptura del alto el fuego de ETA, miembros de la histórica sigla remitieron a los periodistas a preguntar "a Otegi, en Martutene".

ANV se mantuvo ajena al emplazamiento de los partidos para que condene la kale borroka y a la advertencia del secretario de organización del PSOE, José Blanco, sobre la posible ilegalización del partido si no condena un eventual atentado de ETA.

Tres miembros de listas anuladas, Mikel Arrastoa, Erramun Amondarain y Josu Villamor comparecieron en Bilbao para acusar a "los usurpadores del PNV" de arrebatarles escaños que les corresponden allá donde fueron ilegalizados. Anunciaron que el sábado próximo se concentraron en todos los ayuntamientos con el lema Democracia cero . Otro miembro de ANV, el electo alavés Aitor Bezares, precisó en Vitoria que las protestas por el "robo" se producirán de forma "pacífica".

El portavoz de Batasuna Joseba Permach insistió en que los actos de violencia callejera son "hechos de respuesta" a los acontecimientos de los últimos días como los encarcelamientos de Otegi y de Iñaki de Juana Chaos. Anunció que la fuerza ilegalizada desarrollará la próxima semana una ronda de contactos con partidos y sindicatos para analizar la nueva situación.

El ataque del martes en Rentería se produjo cuando unos desconocidos prendieron fuego a ocho furgonetas de Telefónica en un aparcamiento.