El líder aberzale Arnaldo Otegi ganó ayer unas horas de libertad, aunque deberá guardar cama mientras se recupera de una oportuna bronquitis. El juez Fernando Grande-Marlaska aplazó su comparecencia --prevista para la tarde de ayer-- después de que un forense de Eibar certificara que padece un proceso bronquial que le obliga a estar en reposo.

Tras recibir el informe médico de Otegi, el juez ordenó al forense que visite a Otegi cada 12 horas. También mandó a la Ertzaintza que vigile el domicilio del líder aberzale para evitar su fuga.

Otegi iba a ser interrogado como inductor de los incidentes ocurridos en el País Vasco el jueves en la huelga convocada por la izquierda aberzale contra la política de dispersión de presos etarras. El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, anunció el viernes que la fiscalía solicitaría el ingreso en prisión de Otegi por reiteración delictiva.

MANIOBRAS Por eso, el líder aberzale y su equipo jurídico han intentado impedir esa comparecencia. Su letrada, Jone Goirizelaia, comunicó el viernes al juez que no podía asistir a Otegi porque debía acudir a un juicio con jurado. El juez rechazó la excusa.

Desde Chile, el lendakari, Juan José Ibarretxe, criticó que se pida la encarcelación de alguien que es "interlocutor" en el proceso de paz.