Los socialistas catalanes se hallan en plena implosión interna, aun no trascendida a la calle. Pero intramuros, la incomodidad por la alineación del partido con la activación del artículo 155 que supone la intervención del autogobierno es máxima. Miquel Iceta es consciente de ello y defiende que se dé cobertura a Pedro Sánchez porque el actual secretario general marca la línea más suave dentro del PSOE. Ante este panorama, de amplio descrédito en el escenario catalanista, donde siempre se ha movido el PSC, y de descontento interno, solo hay una solución que evite que la temperatura de la caldera socialista llegue a máximos. Y es la convocatoria de elecciones.

Y a eso se ha dedicado en las últimas horas la cúpula del PSC. Empezando por el mismo primer secretario que el jueves se vio discretamente con Carles Puigdemont en el Palau de la Generalitat para solicitarle el adelantamiento electoral. El mismo Iceta, una vez Rajoy comunicó el alcance del artículo 155, propuso, vía Twitter una doble salida al ‘president’: o convocar elecciones o ir al Senado para ofrecer un pacto de Estado para Cataluña. Todo bajo el recordatorio de que “salirse de la legalidad era provocar el choque de trenes”.

EL PAPEL DE LOS ALCALDES

Además de Iceta, fueron varios los alcaldes y alcaldesas socialistas que a través de las redes sociales reclamaron a Puigdemont que convoque a las urnas. Algunos, como Núria Parlon, Jordi Ballart, Josep Mayoral i Ignasi Giménez (alcaldes de Santa Coloma de Gramenet, Terrassa, Granollers i Castellar del Vallès), pidieron en un comunicado que el PSC se oponga a la intervención de la autonomía

El secretario de Organización, Salvador Illa, emplazó a Puigdemont a escoger uno de los caminos propuestos por Iceta. Es decir, o las "garantías" de unos comicios o la comparecencia "sin condiciones previas" en la Cámara alta española. Illa ha afirmado que hasta que el Senado no ratifique las medidas aprobadas el sábado en el COnsejo de Ministros el PSC seguirá trabajando para un "acuerdo político".