De las calles ensangrentadas de Bagdad a los andenes ensangrentados de Madrid. Del cuarto aniversario de la invasión de Irak, que se cumplió ayer, al tercero del 11-M, cumplido hace unos días. Que nadie olvide que lo que se juzga en la Casa de Campo es el horror injustificado causado por una célula yihadista activada por el horror injustificado de una guerra ilegal. Hasta el PP empieza a admitirlo, incluso a criticar la inconveniencia de que Aznar blandiera mostacho en las Azores, por mucho que Del Burgo quiera pasar página y diga en Telemadrid que Irak "es el pasado, y De Juana y la desmembración de España, el presente". ¿Es el pasado Irak? Que se lo cuente a las víctimas del 11-M. Que les mire a los ojos y les hable de desmembración.

Presunta mente pensante

Para Endika Zulueta, abogado defensor de el Egipcio, una de las presuntas mentes pensantes de los atentados del 11-M, la guerra de Irak convirtió en víctimas a los árabes: "La invasión fue ilegal y ha provocado miles de muertos inocentes, eso es terrible y no está en duda. Pero creo que muchos de los que se sientan en el banquillo son también víctimas. La guerra preventiva ha llevado a una actitud preventiva en todos los órdenes contra los árabes: detenciones preventivas, prisión preventiva, culpabilidad preventiva. El carácter etéreo del enemigo ha alentado la islamofobia, incluso en los sectores más progresistas de la sociedad española". Tiene parte de razón. Ayer, cuando los acusados se pasaban un recorte de prensa con una foto de Mohamed VI y su nueva hija, alguien comentó: "Ese es su próximo objetivo". Más bien parecían estar solo cotilleando, aburridos con la guerra de mochilas.

Antonio Segura, abogado de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, presidida por Pilar Manjón, no está de acuerdo con Zulueta: "Aquí no se juzga el islam, ni a los islamistas, ni a los árabes, sino a un grupo terrorista y a unos españoles que supuestamente les facilitaron los explosivos. Hubo tres muertos y decenas de heridos de origen árabe en los trenes, y ellos también reclaman justicia. Pero está muy claro que la invasión de Irak y la exhibición de Aznar en las Azores activó la ira del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), que ya estaba asentado en España".

Zulueta replica: "Habrá culpables, pero también inocentes. La teoría de la conspiración es puro disparate, pero tampoco se puede dar por buena la versión policial como un credo ante el que se rinde la izquierda sin autocrítica. Veo a los policías cada día en la Puerta del Sol cacheando a árabes por el mero hecho de serlo. Y las pruebas contra mi cliente no se sostienen. Rezar mucho, ir a la mezquita, tener tales o cuales amigos. Aunque uno diga que le gustaría abatir las Torres KIO, hay que probar al menos que planeaba hacerlo".

No es lo mismo

El PP cree que el caso De Juana es su guerra de Irak. Pero no es lo mismo manifestarse contra un presidente por permitir la vida a un asesino que hacerlo contra un presidente por inducir a la muerte de miles de humanos. No es lo mismo excarcelar a De Juana que invadir Irak. No es lo mismo decir la verdad, aunque sea controvertida, que mentir sobre armas de destrucción masiva. No es lo mismo buscar la paz, aunque falles, que meterte en una guerra.