Javier Arenas, vicepresidente del Gobierno, desautorizó ayer al líder del PP vasco, Jaime Mayor Oreja, por una interferencia de éste en la campaña catalana. Mayor había relacionado los peligros del plan Ibarretxe con la posibilidad de que ERC llegue a la Generalitat de Cataluña, lo que consideró un riesgo "herencia de Pujol". Arenas replicó que Cataluña y Euskadi no son comparables ni en una charla "de café".

Las reflexiones de Mayor Oreja no casan con la campaña del candidato del PP, Josep Piqué, empeñado en un giro catalanista. Por eso, Arenas, que ayer llegó a Barcelona, dejó claro que no procede ninguna comparación entre Cataluña y Euskadi.

Los candidatos prosiguieron ayer su campaña. Artur Mas, de CiU, se vio obligado a interrumpir unos minutos su intervención en un acto en L´Hospitalet de Llobregat (Barcelona) cuando unos 40 trabajadores afectados por una regulación de empleo reventaron el mitin. Al final del acto Mas se reunió con los trabajadores. El socialista Pasqual Maragall, acusó a José María Aznar de usar a los "muertos", tanto en Euskadi como en Irak, para "enfrentarse con los demás", y celebró que "afortunadamente para España, este hombre se retira".

Josep Lluís Carod-Rovira (ERC) culpó al Ejecutivo de Aznar y al Gobierno catalán de que Cataluña no tenga unas infraestructuras acordes con su peso demográfico y económico. Por su parte, Piqué negó que Madrid reciba más inversión que Cataluña.