Javier Arenas, vicepresidente segundo del Gobierno y vicesecretario general del PP, realizó ayer un llamamiento a todos los militantes y dirigentes del partido para que se unan como "una piña" en torno a su nuevo líder, Mariano Rajoy, cara las elecciones generales del próximo marzo. Este fue el aviso más claro lanzado por la cúpula popular para atajar la división que ha generado en el PP la decisión de una subida fiscal anunciada por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

Ayer tanto Arenas como el ministro portavoz, Eduardo Zaplana, se afanaron a sofocar la primera controversia surgida dentro del PP desde que Rajoy fue nombrado sucesor de Jose María Aznar. La segunda polémica fue la equiparación que realizó Jaime Mayor Oreja de las herencias de la banda terrorista ETA y Jordi Pujol, con la que rompió el discurso moderado que Josep Piqué ha llevado a cabo en Cataluña.

COHESION

El vicepresidente del Gobierno y el ministro portavoz se esforzaron en aclarar que el "incidente", como lo definió Arenas, ha sido "cerrado" por Rajoy, al que atribuyó un liderazgo "indiscutible y muy sólido". Zaplana agregó que el partido está "absolutamente unido y cohesionado" en torno a su secretario general.

Pero otros dirigentes del PP admiten en privado que a Rajoy le han faltado reflejos para cerrar la crisis de la subida fiscal en Madrid, abierta desde hace una semana. La percepción general es que el candidato cometió un error al quitar importancia al debate, lo que propició que el vicepresidente Rodrigo Rato se sintiera legitimado para poder criticar a Gallardón, y que éste, a su vez, le replicara que carecía de autoridad para poder hacerlo.

Existen también diferencias en materia de vivienda entre el PP y la política de Gallardón. El programa electoral del PP para las elecciones generales de marzo del 2004 incluirá medidas para incentivar la salida al mercado de viviendas vacías, exactamente lo contrario de lo que hará Ruiz-Gallardón en Madrid.

El alcalde penalizará a los propietarios de pisos desocupados con una subida del impuesto de bienes inmuebles (IBI). El PP ofrecerá medidas en positivo, como las bonificaciones fiscales para quien ponga su vivienda en alquiler. Otra de las propuestas será reinstaurar la figura de la vivienda de precio tasado.