Javier Arenas, secretario general del PP, no descartó ayer que José María Aznar ceda la presidencia del PP a su sucesor si éste gana las elecciones generales del 2004. "Después de las elecciones habrá que plantearse que quizás no tenga sentido un presidente del PP distinto al del Gobierno", afirmó, en el caso de que el candidato popular obtenga la mayoría.

El número dos de la formación conservadora descartó que el relevo al frente del partido se produzca antes de los comicios, por lo que durante unos meses habrá bicefalia en el PP. Tanto Arenas como Aznar no desvelaron qué fórmula adoptará el PP para que su líder ceda el puesto al sucesor.

Fuentes próximas al secretario general rechazaron que la dirección del partido esté pensando en un congreso extraordinario.

El jefe del Ejecutivo dijo antes de abandonar San Salvador que "las previsiones extraordinarias, por ser extraordinarias, no son previsiones". Con estas afirmaciones, los dos máximos dirigentes del PP intentaron calmar las aguas de la sucesión, agitadas tras las palabras de Ana Mato, coordinadora de organización, que el miércoles enfatizó que Aznar seguirá al frente del partido hasta el congreso del 2005.

Después de su escala salvadoreña, el presidente del Gobierno empezó ayer en Sacramento (California) su periplo por tres estados de fuerte raíz hispana de EEUU. El gobernador del estado, Cray Davis, y el presidente de la sesión bicameral, Herbert Wesson, saludaron al presidente español, cuyo apellido pronunciaron siempre Ansar .

Dentro de sus encendidos elogios a EEUU, Aznar dijo que el proceso de la UE "no habría sido posible sin el compromiso y lealtad" del país norteamericano. En otra intervención, ante el World Affairs Council, el presidente dijo que la "Europa libre y próspera" de hoy "ha sido posible gracias a la solidaridad y el sacrificio de EEUU", omitiendo que el régimen franquista sobrevivió por el apoyo norteamericano.