El Departamento de Interior vasco vetó ayer la manifestación convocada por la izquierda aberzale para el próximo 21 de agosto, día grande de las fiestas de Bilbao, que comienzan mañana. El consejero Rodolfo Ares, en total sintonía con el PP vasco, adelantó que era "evidente" que la protesta sería prohibida, porque fue anunciada por tres personas vinculadas a partidos ilegalizados. Poco después, el juez Baltasar Garzón vetó tres actos en favor de los presos etarras anunciados para hoy y mañana en San Sebastián. Y por la tarde, el magistrado Eloy Velasco hizo lo propio con otros dos actos previstos en Gernika.

AUMENTO DE LA TENSION En las horas previas al inicio de las fiestas bilbaínas, la tensión sigue aumentando. El Departamento de Interior adelantó que la Ertzaintza actuará contra quienes causen altercados callejeros. También subrayó que "la alerta es máxima" ante el riesgo de que ETA vuelva a atentar.

La izquierda aberzale replicó que el Ejecutivo de Patxi López quiere acabar con las fiestas "participativas". Denunció asimismo las amenazas contra la txupinera bilbaína --Sonia Polo, hermana de un preso etarra, que ha recibido una bala por carta-- y las enmarcó dentro de la "campaña de linchamiento" que, dicen, está auspiciada por PP y PSE. En la comparecencia, varios radicales mostraron carteles contra políticos, ertzainas y medios.

La izquierda aberzale recibió el apoyo de Eusko Alkartasuna, que defendió el derecho de manifestación, y también el de Ezker Batua, que consideró que la decisión de la consejería no está suficientemente justificada.

Por su parte, el juez Garzón prohibió y declaró ilegales tres actos de apoyo a presos de ETA convocados en San Sebastián. El magistrado estimó que su objetivo es enaltecer a la banda terrorista, por lo que instó a la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Ertzaintza a que los impidan.

AGUANTAR EL PULSO Para hacer frente a los sucesivos vetos de movilizaciones, la izquierda aberzale está lanzando mensajes a su militancia para aguantar el pulso por el control de la calle. Así, el colectivo de familiares de presos etarras Etxerat hizo ayer un llamamiento para "mantener" las protestas que organizan todos los viernes "pese a la persecución de los últimos días".

Al mismo tiempo, la polémica en torno a la retirada de carteles de apoyo a los presos de ETA sigue extendiéndose por el País Vasco. Ondarroa (Vizcaya) amaneció ayer repleta de pintadas con lemas de enaltecimiento al terrorismo y amenazas contra los miembros de la comisión gestora que rige el ayuntamiento. Este órgano está formado por destacados dirigentes del PNV, después de que los concejales de PNV, EA y EB renunciaran a recoger sus actas por la presión de la izquierda aberzale.