La Audiencia Nacional será desde hoy escenario del juicio a tres etarras acusados por el atentado cometido por ETA en la terminal 4 del aeropuerto de Barajas, en Madrid, el 30 de diciembre del 2006, en el que murieron dos ecuatorianos. La acción terrorista, que acabó con la vida de Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, tuvo lugar dos meses antes de que acabara oficialmente el alto el fuego permanente que había anunciado la banda terrorista, y que de hecho se dio por finiquitado con este atentado.

Los acusados son Mattin Sarasola, Igor Portu y Mikel San Sebastián, para quienes el fiscal pide un total de 900 años de cárcel. Se les imputan dos delitos consumados de atentado terrorista, uno de estragos y 41 de intento de asesinato, tantos como heridos causó la explosión. Además, a los terroristas, integrados en el comando Goiztiarrak y, posteriormente, en otro denominado Elurra, se les reclama una indemnización de 500.000 euros para las familias de los dos fallecidos.

LA PLANIFICACION También están imputados en la causa, por planear el ataque, el exjefe militar de la banda terrorista Garikoitz Aspiazu, Txeroki, y el exdirigente de ETA Joseba Aranibar. El escrito de la fiscalía detalla que el atentado se preparó en una reunión en el monte Auza, en el valle del Baztan (Navarra), en la que-

Txeroki dio "indicaciones" a Sarasola, Portu y San Sebastián sobre cómo perpetrarlo.

Portu y Sarasola fueron detenidos en enero del 2008 en la localidad guipuzcoana de Mondragón, y San Sebastián cayó al mes siguiente en el sur de Francia.