La trifulca política a raíz de la presencia de las tropas españolas en Afganistán continuó ayer a pesar de que desde primera hora se velaba en Lugo el cuerpo de Idoia Rodríguez, la soldado muerta el pasado miércoles en el país asiático por un ataque de los talibanes. El PP volvió a pedir el distintivo rojo para la militar, al entender que falleció en una acción de guerra, y criticó que el Gobierno no le informara de la llegada de los restos a España. Mientras tanto, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, les reprochó que "pretendan desgastar" al Ejecutivo con este asunto.

El día anterior, el líder del PP, Mariano Rajoy, había repetido en un par de mítines que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, debe comparecer en el Congreso para decir "la verdad", esto es, que los soldados "van a una guerra" a Afganistán. Ayer, la secretaria de Política Autonómica y del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, también se pronunció al respecto al considerar "una lástima" que todas las instituciones y partidos políticos no hubieran podido rendir, "por las circunstancias en las que se desarrolló su llegada", un homenaje "cumplido y sincero" a la militar fallecida. Asimismo, la dirigente popular volvió a pedir el más alto galardón para Rodríguez.

María Teresa Fernández de la Vega respondió en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que "no todo vale en política" y que si los conservadores "pretenden desgastar al Gobierno con esto, ellos sabrán". "A nosotros no nos van a encontrar en ese camino", continuó. Y reiteró que la misión que desarrollan los soldados en Afganistán es "de paz", aunque admitió que están en "una zona de riesgo".

"LAVAR SU CONCIENCIA" A este respecto señaló que la obligación del Gobierno es "poner los medios" para que trabajen "con la mayor seguridad posible". Además criticó al PP por entrar en "falsas polémicas" sobre la condecoración concedida a la militar. El Gobierno le impuso ayer el distintivo amarillo, que se entrega por servicios que entrañan grave riesgo. El secretario de organización del PSOE, José Blanco, fue mucho más duro que De la Vega. Tras visitar la capilla ardiente de Rodríguez, acusó a los populares de "lavar su conciencia" por haber llevado a España a la guerra de Irak "con la sangre derramada de una persona que trabajaba por la paz en una misión humanitaria".

Blanco recordó que fue el Gobierno de José María Aznar el que aprobó la misión en Afganistán. El PP siempre ha apoyado al Gobierno en la política de Defensa en el extranjero.