El director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, cree que es víctima de una venganza política. El exjefe del Estado Mayor y responsable del Mando Aéreo de Levante dice que "alguien" le tiene envidia porque es el único militar que ocupa un cargo en la actual Administración y que esto provocó que el extitular de Defensa, Federico Trillo, le culpase del accidente del Yak-42 en Turquía.

Gómez Arruche negó que uno de sus cometidos fuera la organización del transporte aéreo de soldados a Afganistán por medio de aviones civiles, tal y como indicó el exministro en el Congreso. "El Mando de Levante no tenía ninguna responsabilidad en la contratación de vuelos civiles", subrayó. Además, explicó que su labor consistía en "rellenar los partes y las peticiones" correspondientes a los planes de transporte de carga y no de vuelo de los aviones civiles, que posteriormente eran trasladados al Mando Operativo Conjunto". Gómez Arruche también insistió en que su cometido eran los vuelos de transporte a Afganistán, que previamente habían sido contratados a empresas civiles por el Estado Mayor de la Defensa (EMAD).

MALESTAR DE LOS MILITARES La intervención de Trillo ha causado un gran malestar en altos mandos militares, que han calificado la intervención de "deplorable" y han negado que dejasen solo al exministro. Uno de los mandos declaró a Europa Press que Trillo fue el "peor" titular de Defensa de la democracia. Las mismas fuentes recordaron que los militares ya habían asumido sus responsabilidades con la destitución de los generales Vicente Navarro y José Antonio Beltrán, que viajaron a Turquía para repatriar los cadáveres.

Por su parte, la asociación que reúne a los familiares de las víctimas del Yak-42 pidió ayer disculpas en una carta enviada al presidente del Congreso, Manuel Marín, por el incidente con Trillo. En la misiva, los familiares hacen llegar al presidente del Congreso sus disculpas "en lo que al normal desarrollo de la vida de la Cámara hayamos podido alterar" y afirman que su intención no era "provocar ningún tipo de incidente".

Marín abrió ayer una investigación y conminó al Grupo Socialista a pedir excusas a Trillo por la tensa situación creada. Fuentes del PSOE alegaron que se había producido un problema de organización por falta de espacio debido a las obras que se realizan en el recinto del Congreso de los Diputados.

El PP mostró su indignación y calificó el incidente de "linchamiento". Su líder, Mariano Rajoy, dijo que fue un "juicio sumarísimo con tintes sádicos" y que Trillo ha sido víctima de "una indecencia sin precedentes". Rajoy subrayó que, cuando el PP llegó al Gobierno, no censuró a ningún ministro por acontecimientos "como el GAL".