Un artefacto de poca potencia colocado por ETA estalló ayer sobre las ocho de la mañana en la central hidroeléctrica en desuso de Añón del Moncayo (Zaragoza) y causó escasos daños materiales, según fuentes oficiales.

La explosión tuvo lugar después de que dos comunicantes anónimos, en nombre de ETA, alertaran de la colocación del artefacto a la asociación de ayuda en carretera DYA de Vizcaya. Esta avisó a la de Guipúzcoa y a la de Zaragoza, hecho que provocó que la Guardia Civil de Madrid y la de la capital aragonesa terminasen recibiendo dos avisos distintos y que, en un principio, se creyese que había dos bombas.

La deflagración del artefacto, compuesto por dos kilos de explosivo, provocó un agujero en la tapia de la caseta de la central eléctrica de 60 centímetros de diámetro y 50 de profundidad. La Guardia Civil investiga la posibilidad de que el atentado haya sido perpetrado por un comando itinerante, responsable de la colocación de una furgoneta bomba el pasado sábado en las afueras de Avila.

El delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández López, afirmó que se trabaja con la hipótesis de que los etarras depositasen la carga explosiva el pasado fin de semana. "Actualmente, los temporizadores permiten márgenes de días", afirmó.