Tras el drama de Melilla, le ha tocado el turno a Ceuta. El primer asalto masivo a la valla que separa la ciudad autónoma de Marruecos se saldó la madrugada de ayer con la muerte de cinco subsaharianos. Todos habían recibido impactos de bala en la batalla con las fuerzas de seguridad españolas y marroquís.

Dos cadáveres fueron recogidos en el lado español y los otros tres en el marroquí. En la avalancha participaron más de 500 inmigrantes, de los que 156 lograron pasar el doble vallado. Al menos 102 fueron atendidos en centros sanitarios de Ceuta.

El empleo de armas de fuego contra los sin papeles desató acusaciones mutuas entre la policía española y la marroquí. Un informe policial de los servicios secretos españoles acusa directamente a los gendarmes marroquís de disparar contra los inmigrantes. Fuentes policiales de Tetuán acusaron, a su vez, a los españoles de haber disparado.

INVESTIGACION INMEDIATA La gravedad del asalto masivo a la verja coincidió con la cumbre programada entre Marruecos y España en Sevilla y motivó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su homólogo Driss Jetú, ordenaran una "investigación inmediata".

Ambos Gobiernos se comprometieron también a reforzar las medidas de seguridad en el entorno de las dos ciudades autónomas. El Ejecutivo marroquí dijo que vigilará la valla con 1.000 agentes y 1.600 soldados, y el español desplegó ayer cuatro compañías de regulares y legionarios en Ceuta y Melilla en misión de apoyo a la Guardia Civil.

Según un primer informe de la policía española en Ceuta, la avalancha se inició a las 3.15 de la madrugada y en la misma participaron entre 500 y 600 subsaharianos. Intentaron el asalto en tres puntos muy próximos entre sí. En uno de ellos, denominado A-14, en la parte alta de Ceuta, el salto se produjo en un tramo de 200 metros de valla. Fue ahí donde la Guardia Civil encontró a dos inmigrantes muertos. Uno estaba colgado de la valla y presentaba cortes, y el otro estaba en el suelo, en la carreterilla de asfalto entre las dos verjas.

Los informes preliminares de las autopsias determinaron que ambos habían recibido impactos de bala. El primero tenía dos orificios de entrada y salida de proyectil en un costado. Según fuentes de la investigación, la trayectoria de la misma indica que fue disparada desde la zona marroquí. El segundo subsahariano, que yacía en el suelo, presentaba un balazo en el glúteo.

La inspección de esta zona permitió encontrar un casquillo de bala que no coincide con la munición empleada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que actuaron en el asalto.

En otra tramo de la alambrada, calificado por la policía como A-13, se recogió a 22 heridos y en el tercero, cerca del paso de Biutz, fueron asistidos y detenidos otros cuatro heridos que sufrían fracturas y traumatismos al quebrarse la escalera con la que pretendían trepar.

LOS HERIDOS El balance provisional de heridos fue elevadísimo. Del lado marroquí, 22 requirieron asistencia sanitaria y del ceutí fueron atendidos 102. Siete presentaban heridas y traumatismos graves y quedaron internados. Sobre el empleo de armas de fuego, un informe interno efectuado por la Guardia Civil concluye que sus agentes se limitaron a utilizar los fusiles reglamentarios con las bocanas adaptadas para lanzar pelotas de caucho. Serán las autopsias a los tres muertos del lado marroquí las que determinen si fueron víctimas de munición española.