La empresa Veolia, que gestiona el servicio Bilbobus de transporte de viajeros por carretera en Bilbao, ha denunciado hoy que seis autobuses han sido objeto de ataques en las primeras horas de la séptima jornada de huelga indefinida, que secundan sus trabajadores en demanda de mejoras laborales. Según fuentes de la empresa, los sabotajes, que han consistido en el pinchazo de ruedas, la rotura de lunas y el lanzamiento de huevos, se han producido en ruta, cuando los autobuses estaban cubriendo los servicios mínimos establecidos con motivo de la huelga. Pese a ello, los servicios mínimos se cumplen según lo previsto, aunque con retrasos en las primeras horas, y no se han producido daños físicos para los usuarios. Los ataques se han registrado horas antes de la primera reunión de mediación en el Preco-Procedimiento de resolución de conflictos colectivos- que representantes de Veolia y del comité de empresa mantienen hoy, a petición de la parte empresarial, para tratar de solventar sus diferencias. Según fuentes de la empresa, desde que comenzaron los paros en Bilbobus -a los días de huelga indefinida hay que sumar los otros dos paros de 24 horas que los trabajadores secundaron el 26 de octubre y el 2 de noviembre- 50 autobuses de este servicio público han sido atacados. Según sus cálculos, los datos causados a la flota de autobuses superan los 100.000 euros. Los responsables de Veolia han vuelto a denunciar "la agresividad de los piquetes" y han acusado al comité de empresa de "incoherencia porque dice defender una flota que se está destrozando sin ninguna reprobación por su parte". La compañía ha vuelto a acusar al comité de empresa de utilizar el servicio público como "instrumento de presión para conseguir un desmedido incremento salarial". El convenio regulador de las condiciones laborales de los trabajadores de Veolia en Bilbao o la libranza de las horas de trabajo acumuladas por los empleados son asuntos en los que se mantienen las discrepancias. Unos 700 trabajadores componen la plantilla de Bilbobus, cuyos autobuses son utilizados diariamente, en una jornada laboral, por unas 85.000 persona.