La ilegalización de Batasuna y los éxitos policiales están haciendo mella en ETA y su entorno, pero no serán suficientes para acabar con la banda terrorista. Lo vaticinó ayer Juan María Atutxa, presidente del Parlamento vasco, en el foro Tribuna Barcelona. No habrá más remedio que hablar con ETA, concluyó, pero nunca sobre el futuro político de Euskadi, sino de la propia disolución de la banda terrorista.

Atutxa, que se encuentra involucrado en un proceso judicial instado por el Gobierno por no disolver el grupo parlamentario de Batasuna, hizo una exhaustiva autodefensa jurídica. Y finalizó su exposición con duras críticas al PP por actuar como "la Inquisición". Una victoria de los populares por mayoría absoluta el 14-M sería "peligrosa".

Atutxa acusó al presidente Aznar de practicar sin escrúpulos el "ejercicio de la calumnia y la intimidación".

EL ´CASO CAROD´ Su única concesión a los populares fue el reconocimiento de que, "aunque de una manera discutible", las medidas de acoso a ETA y su entorno aprobadas por José María Aznar, unidas a las operaciones policiales --que Atutxa juzgó "imprescindibles"--, han "condicionado en una medida importante" la debilidad de ETA, aunque aseguró que no lograrán aniquilarla.

Fue al hilo de una pregunta sobre la entrevista de Josep Lluís Carod-Rovira con dirigentes de ETA cuando Atutxa, que no quiso entrar a valorar esa acción, confesó que él, "personalmente", no hablaría con etarras, si bien añadió: "Pero alguien lo tendrá que hacer".

HABLAR CON LA BANDA "Algunos hacían cola para hablar con ETA", subrayó el presidente del Parlamento vasco. "Y si yo le contara quién representaba a quién en ambas partes, se echaría las manos a la cabeza", insistió.