Acabó como empezó. La lectura de la sentencia del macrojuicio contra ETA se celebró ayer en una sala semivacía después de que fueran expulsados 43 de los 52 procesados por cantar el eusko gudariak (himno del soldado vasco) y gritar otras consignas. La resolución afirma que los aparatos político y financiero (KAS y Ekin), mediático (Egin ), internacional (Xaki) y de desobediencia del entorno etarra (Fundación Joxemi Zubalabe) conformaban "las entrañas y el corazón" de ETA. Por ello, ha impuesto 525 años de cárcel a 47 acusados. Las penas oscilan entre los dos y los 24 años de prisión.

La sentencia, de 1.185 folios, desentraña las estructuras de la organización terrorista y los métodos de actuación. También describe la participación de los condenados en cada entramado. El fallo judicial pone fin a un proceso que inició el juez Baltasar Garzón en 1997 y a un juicio que ha durado 15 meses.

LA DEFINICION El tribunal explica que los frentes, que han sido declarados ilegales y disueltos, eran "parte de las entrañas de ETA" y estaban destinados a "acumular fuerzas" de la banda. Los jueces definen a la organización terrorista como "un conjunto de estructuras para su funcionamiento en la sociedad".

Una de ellas fue KAS, que "codirigía" con ETA "la lucha de masas complementaria a la lucha armada". La sucesora de esta estructura fue Ekin, que nació con "un manto aparente de legalidad", pero era "simplemente una organización que prestó apoyo" a la banda armada.

Respecto a Xaki, la sentencia afirma que "no es ni más ni menos que el aparato de relaciones internacionales" de la banda, que ha desempeñado sus funciones en delegaciones de París, Bruselas y América Latina.

La sentencia también dedica un amplio estudio a Egin. Para los jueces, el diario servía como "instrumento de coacción e intimidación al servicio de los demás frentes". A partir de 1991 se convirtió en un elemento clave para "lograr a corto plazo" la negociación con el Gobierno.

Y la fundación Joxemi Zumalabe se encargó de "dinamizar" los movimientos populares en Euskadi y Navarra al promover la desobediencia civil. Por ello, según los jueces, "colaboró decisivamente" con la banda.

En la sentencia se critica la actitud de los acusados. El tribunal rechaza, por ejemplo, que el juicio haya sido "político" y que "haya perseguido aplastar los derechos civiles de Euskal Herria". Por ello, niega que se haya enjuiciado a los acusados por ser de la izquierda aberzale y afirma que ha perseguido las actividades de 52 personas que, "a través de KAS, Ekin, Fundación Joxemi Zumalabe o Xaki", han pertenecido o colaborado con ETA.

La sentencia recoge documentos incautados a ETA. En uno de ellos, la organización revela que no suspende la lucha armada "por la vigencia de una tregua". "Lo único que está en suspenso es el propio accionar, el cual reaparece desde que la misma tregua es vulnerada por el Estado".

LA PROTESTA La lectura del fallo fue caótica, como la mayoría de las 204 sesiones. Los acusados fueron distribuidos en la zona blindada y en la central de la sala de vistas de la Casa de Campo. La periodista Teresa Toda promovió el motín. Al grito de "no aceptamos la sentencia" y "es un juicio político", los procesados se pusieron en pie y cantaron el eusko gudariak y otras consignas. La presidenta del tribunal, Angela Murillo, ordenó el desalojo.