En términos exclusivamente televisivos, el tradicional mensaje que el rey Juan Carlos lanza cada Nochebuena desde la Zarzuela es un espacio casi monopolista que, aun siendo exitoso, comienza a mostrar síntomas de agotamiento. Este año fue emitido por 33 canales, cuatro más que el pasado y, sin embargo, fue visto por 7.120.000 personas, 850.000 menos que en el curso anterior, según un estudio de Barlovento Comunicación con datos de Kantar Media. Si en el 2009 obtuvo una cuota de pantalla del 72%, en el 2010 ha sido del 65,6%, más de seis puntos menos.

El goteo de espectadores que optan por no ver la televisión o acudir a otro programa cuando el jefe del Estado se dirige a los ciudadanos es constante: la alocución del viernes pasado fue la menos vista de la última década, batiendo el récord negativo del año anterior, y desde el 2000 hasta aquí ha perdido cerca de dos millones de espectadores.

ESFUERZO CONJUNTO Juan Carlos pidió esta vez a toda la sociedad, y en especial a los dirigentes políticos, un esfuerzo conjunto para salir de la crisis a través de las reformas. "Todos, empezando por nuestros partidos políticos y agentes económicos y sociales, somos importantes para conjugar voluntades en esta dirección, con generosidad, sentido de Estado y pensando en el interés general", dijo el Monarca, para quien "no caben actitudes individuales ni colectivas de indiferencia o egoísmo".

Y como siempre, casi todos los partidos celebraron sus palabras. Por parte del PSOE, la responsable de Política Internacional, Elena Valenciano, señaló que el mensaje real supone todo un visto bueno a las iniciativas económicas, muchas de ellas impopulares, aprobadas en los últimos tiempos por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Juan Carlos, afirmó Valenciano, se mostró como "un defensor del rumbo de España y de las reformas que estamos acometiendo para conseguir salir de la crisis económica con una sociedad más justa y cohesionada". El portavoz del PP, Esteban González Pons, señaló que los populares se apuntaban a la unidad solicitada por el Monarca, siempre que se trate de un esfuerzo "meditado, pensado, global y pactado" en el que su partido no vaya "de comparsa". Josep Antoni Duran Lleida, portavoz de CiU en el Congreso, estuvo de acuerdo con el Rey, pero repartió responsabilidades: si no se ha alcanzado un pacto de Estado en este asunto, dijo, es "por culpa del Gobierno y del PP".

Desde la izquierda, el más crítico fue el coordinador general de IU, Cayo Lara. Para él, Juan Carlos, con su mensaje "vacío", se posicionó a favor de aquellos que son responsables de la crisis: los poderosos.