La percepción de los encuestados sobre la situación económica que atraviesa España en estos momentos empeora sensiblemente respecto al barómetro publicado en junio de este año, hasta el punto de que, por primera vez desde abril del 2004 (poco después de las elecciones legislativas que dieron el triunfo al PSOE), los consultados que responden que la situación es mala o muy mala superan a los que la consideran buena o muy buena. La diferencia entre unos y otros es de 10 puntos, según este Barómetro de España.

Hay que hacer constar, no obstante, que la encuesta se llevó a cabo entre los días 12 y 17 de este mes, coincidiendo con el anuncio de la notable subida del IPC, promovida sobre todo por el alza de los productos alimentarios y el petróleo.

Solo relativiza un tanto esa impresión de pesimismo el hecho de que tres de cada 10 encuestados afirman que la situación no es ni buena ni mala. Pero no cabe adjudicar este porcentaje a los optimistas, dado que la mayoría absoluta de encuestados dicen que la economía está peor que hace un año.

HA IDO A PEOR La impresión de desconfianza con que se contempla la situación económica viene reforzada por el índice de consultados que consideran que está peor ahora que hace un año: ese índice se dispara respecto al barómetro de junio, subiendo casi 25 puntos. Mientras tanto, los que creen que está mejor bajan a la mitad. La diferencia a favor de las visiones pesimistas es, por tanto, abismal.

Según el recuerdo de voto, los electores del PP son los que más critican la situación económica: el 60% dice que es mala o muy mala, y el 79,3% dice que está peor que hace un año. Aunque con menores índices de pesimismo, también creen mayoritariamente que la situación económica es mala o muy mala los votantes del PNV y los abstencionistas. Sin embargo, los electores del PSOE (el 41,3%), los de CiU (el 39,3%) y los de IU-ICV (el 34,4%), son más optimistas, aunque entre la cuarta y la tercera parte de estos grupos también dicen que la situación es mala o muy mala.

LOS MAYORES PROBLEMAS El terrorismo sigue siendo el principal motivo de preocupación de los españoles. Pero, en consonancia con lo anterior, los problemas de índole económica han pasado al segundo lugar, cuando hace cinco meses ocupaban el quinto puesto. Les siguen, con un índice de menciones ligeramente inferior, el paro, la inmigración y la vivienda.

Con mucha menor incidencia, los encuestados nombran seguidamente la inseguridad ciudadana, la crispación política, la calidad del empleo, las relaciones exteriores y la educación. Resulta llamativo que, pese a la economía, la gestión del Gobierno se sitúe muy atrás, en el puesto 16 de la lista de problemas.

Para los votantes del PP, el principal problema es el económico (el 39,8%), pero a los del PSOE les preocupa más el terrorismo, y la situación económica la ponen en quinto lugar. Los votantes de IU optan en primer lugar por el problema de la vivienda y los de CiU, por la inmigración y la vivienda. Para los del PNV, es el terrorismo.