La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, aprovechó la comisión de Economía del Congreso de ayer, en la que comparecía por primera vez para dar cuenta del nuevo modelo de financiación, para revelar que las comunidades autónomas deben a la Administración central 6.000 millones de euros por el anticipo que esta les facilitó en el 2008 sobre un cálculo de los ingresos tributarios que luego resultaron muy inferiores a los previstos.

Hasta ahora la estimación siempre había sido inferior a la recaudación final, con lo que las comunidades siempre recibían una paga extra muy útil a la hora de cuadrar las cuentas, pero la crisis ha cambiado las tornas y esta vez hay que devolver el dinero a Hacienda aunque, para evitar mayores descalabros, podrán hacerlo en cómodos plazos. El nuevo acuerdo de financiación incluye una cláusula que permite pagar en cuatro anualidades a partir del año 2011.

Para el portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, el responsable de que se hayan dado como anticipos unas cantidades que ahora tendrán que devolver las comunidades ha sido el Gobierno, al "falsear" los presupuestos del 2008 y 2009 para no reconocer la crisis económica. "La hacienda pública está vacía y la ministra reparte deuda. No tiene nada que repartir", dijo.

11.700 MILLONES ADICIONALES Salgado aportó pocas novedades respecto al nuevo sistema de financiación. Sí elevó a 11.700 los millones de euros adicionales que inyectará el Gobierno a las autonomías para poner en marcha el modelo, y anunció que en "las próximas semanas" se aprobará y remitirá a las Cortes.

El nuevo sistema --del que Salgado subrayó que "cumple escrupulosamente" el Estatuto de Cataluña y reduce las diferencias en la financiación per cápita hasta en un 25%-- prevé la cesión de la recaudación del 50% del IRPF y del IVA, así como del 58% de los impuestos especiales.

El debate no supuso para Salgado ningún sobresalto, arropada como estuvo por ERC e IU-ICV y garantizada la neutralidad del PNV. Montoro, obligado a limitar sus críticas por la necesidad de sus autonomías de coger el dinero, fue muy cuidadoso en sus reproches. Eso no impidió que advirtiera de que el nuevo modelo deberá ser "reparado" en el futuro porque se ha diseñado para "facilitar la continuidad del tripartito en Cataluña".