Las seis comunidades autónomas que han reformado ya sus estatutos abrieron ayer un frente común de cooperación a favor del desarrollo del autogobierno y de la colaboración y las relaciones "horizontales", que no "contra nadie". Así lo aseguraron altos representantes institucionales de Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla y León, Cataluña y Valencia después de reunirse en Zaragoza, en la sede del Gobierno aragonés, que actuó como anfitrión de esta primera cumbre.

La iniciativa, que tendrá continuidad el próximo mes de octubre con una cita ya fijada en Sevilla, dio como primer fruto la creación de un grupo de trabajo, formado por los directores generales de desarrollo estatutario de cada comunidad autónoma, que estudiará la posibilidad de establecer acuerdos conjuntos y desarrollar determinadas competencias comunes.

El vicepresidente de Aragón, José Angel Biel, recordó que las seis comunidades reunidas ayer representan más de la mitad del territorio y de la población española y que "tienen mucho que decir en el desarrollo del Estado de las autonomías".

El consejero de Interior de la Generalitat de Cataluña, Joan Saura, abogó por que estas autonomías abran un "espacio de colaboración" necesario en tanto que existe un "déficit" en las "relaciones horizontales". Los reunidos coincidieron en que el grupo de trabajo no va contra nadie ni es una contraposición al Estado.

Además de Saura y Biel, asistieron el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías; el consejero de Gobernación de Valencia, Serafín Castellano; el consejero de Presidencia de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez; y la directora general de Interior de Baleares, Joana Socias.

Dada la pluralidad ideológica de los asistentes, de gobiernos socialistas, populares y, en el caso de Cataluña y Baleares, de izquierda plural, había dudas en torno al éxito de la iniciativa, pero todos salieron satisfechos.