Aznar dudó durante toda la jornada de que el actual Gobierno trabaje seriamente para averiguar "toda la verdad" sobre el 11-M. Insistió en pedir que "se investigue la conexión entre ETA y Al Qaeda", una relación que calificó como "hecho incontestable" a pesar de cuantos informes policiales la niegan.

En ese contexto expuso su "tesis del 4 de marzo", como la bautizó el portavoz de CiU, Jordi Jané. El expresidente aseguró que el 11-M los terroristas "buscaban no sólo provocar víctimas, sino volcar las elecciones". Para dejar claro que intervinieron en el resultado del 14-M, aseguró que si él hubiera convocado a las urnas para el domingo anterior, el 7 de marzo, "el atentado se habría producido el día 4, siempre tres días antes de las elecciones".

Pero no se limitó a atribuir el vuelco electoral a los terroristas, sino que aventuró que sus autores intelectuales, "los que lo decidieron, no están ni en desiertos remotos ni en montañas lejanas". Y aprovechó para acusar al PSOE de actuar en connivencia con los intereses últimos de los autores de la masacre: "Hubo preparación estratégica y algunos partidos que lo aprovecharon". Para rematar su tesis, apuntó: "Después del 11-M, todos los terroristas del mundo saben ya cómo interferir en unas elecciones".