José María Aznar abrió anoche el curso político con la tradicional cena con militantes del Partido Popular en Menorca, durante la que acusó al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, de caminar hacia la "inconsistencia política y la nada programática". Todas estas carencias son propias, según el presidente del Gobierno, de quien sólo tiene "ambición de poder".

Al término de sus tres semanas de vacaciones en esta isla, Aznar respondió a Zapatero, quien en los últimos días ha acusado al jefe del Ejecutivo y líder del PP de "cobardía" por no dar la cara en el Parlamento ante la violencia que se vive en Irak y que se ha cobrado la primera víctima española. Pero los reproches que anoche lanzó al líder socialista no se refirieron sólo a la actitud de la oposición ante el conflicto iraquí.

"CAPRICHO" DE MARAGALL

Para Aznar, la inconsistencia de Zapatero se percibe también en que no tiene una "idea de España" y en que ha asumido "sin más" propuestas de Pasqual Maragall que "ponen en tela de juicio las bases de nuestra convivencia por puro capricho".

Ante unos 600 afiliados del PP reunidos en un hotel, el presidente del Gobierno se despachó como si acabara de inaugurar la campaña electoral para las generales del 2004 en las que él ya no será candidato. A la espera de designar sucesor --anoche evitó toda referencia a este asunto--, Aznar ya marcó la pauta a su partido para que afronte las próximas citas electorales, con Madrid y Cataluña en primer lugar.

"No hay alternativa política si no se tiene capacidad para liderarla y configurar un proyecto propio", dijo Aznar.

IRRELEVANCIA

La falta de liderazgo provoca, en palabras de Aznar, que el PSOE "camine hacia la inconsistencia política, la nada programática y la irrelevancia propia de quienes no tienen ninguna posición política propia, sino tan sólo ambición de poder".

La crisis de Madrid, el plan Ibarretxe, el terrorismo y la situación en Irak fueron los asuntos en los que el líder del PP se cebó con Rodríguez Zapatero. En los tres últimos, el presidente del Gobierno lamentó no contar con el total respaldo del primer partido de la oposición.

Así, aseguró que ante las propuestas del lendakari, "no debe haber socialistas o populares" sino un "bloque compacto de demócratas decididos a no aceptar el chantaje". El jefe del Ejecutivo indicó que hay dirigentes socialistas "capaces de equivocarse tan profundamente" como para rechazar un frente común con el Gobierno.

Aznar criticó que Zapatero, con esta actitud, anteponga sus "propios intereses" a los de España, a los de la democracia constitucional e "incluso, a los intereses de su partido".

Este análisis sirvió también para cargar contra los socialistas por su actitud en el conflicto de Irak, a propósito del cual Aznar equiparó el terrorismo de ETA con el de Sadam Husein. "No hay diferencias entre volar la sede de la ONU en Bagdad para que vuelva el tirano Sadam o volar una casa cuartel de la Guardia Civil para que el País Vasco se convierta en coto cerrado de los totalitarios", dijo el jefe del Ejecutivo.

"REDITO POLITICO" DE IRAK

Aznar calificó de "preocupante" que el PSOE crea que la respuesta internacional a los "comandos de Sadam, sea dejarles el campo libre". Como ya hizo a primeros de mes, el presidente del Gobierno acusó a la oposición de querer sacar rédito político de las posibles bajas de militares en el conflicto. "Con tal de aprovechar cualquier desgracia, piden (los partidos de la oposición) al Gobierno que cambie su política para apaciguar a los terroristas", señaló.

El líder del PP instó a PSOE e IU a ir a las nuevas elecciones de Madrid en coalición, "por un mínimo deber de transparencia".