José María Aznar, expresidente del Gobierno y responsable de la Internacional Democristiana (IDC), avisó ayer de que "el afán de poner por encima de los derechos de las personas supuestos derechos colectivos de razas míticas" o las "naciones brumosas que se pierden en la noche de los tiempos" termina "poniendo en cuestión" la democracia y la libertad de las personas.

En Manila, durante su discurso ante la IDC --última que presidirá Aznar, que abandona el cargo-- manifestó que Europa parecía "vacunada" contra ese fenómeno, después de que, hace una década, el "nacionalismo excluyente" provocara una catástrofe en los Balcanes.

El análisis de Aznar se refirió también a España. "Un fenómeno el nacionalismo excluyente perverso al que no es ajena mi patria y con el que algunos aprendices de brujo se sienten irresponsablemente cómodos", añadió el expresidente en referencia a José Luis Rodríguez Zapatero. "No podemos dar la razón a quienes quieren acabar con las libertades y lo proclaman sin ningún género de dudas. Por eso es preciso afrontar y enfrentar ese fenómeno en todos los lugares y en todos los países", concluyó.