José María Aznar relacionó ayer el plan soberanista del lendakari, Juan José Ibarretxe, a las "obsesiones enfermizas" del PNV y el conjunto del nacionalismo vasco. El presidente del Gobierno afirmó que si decidió impugnar el plan Ibarretxe ante el Tribunal Constitucional fue sólo por la fórmula empleada para tramitarlo, no por su contenido.

Desde Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), al término de la 13 Cumbre Iberoamericana, Aznar respondió de este modo al lendakari, que la víspera tachó de "barbaridad jurídica" el recurso del Ejecutivo ante el Constitucional y avisó de que "las ideas no se combaten en los tribunales".

EN EL AMBITO INSTITUCIONAL Garantizó Aznar que si Ibarretxe hubiera seguido los "caminos legales" para acometer la reforma del Estatuto vasco o de la misma Carta Magna, la discusión "se habría mantenido en el ámbito de las instituciones". "Si incluso las obsesiones más o menos enfermizas que puede tener el nacionalismo vasco hubieran seguido los pasos establecidos no habría lugar a los recursos", dijo.

El presidente argumentó que el "primer error" del lendakari consistió en "vulnerar las reglas del juego" al plantear una reforma de la Constitución camuflada bajo el envoltorio de una modificación estatutaria. "El primer defecto de ese plan es el procedimiento, y por eso lo hemos recurrido", insistió. A renglón seguido apuntó que el deber del Gobierno es hacer que se cumpla la ley frente a quienes cometen la "irresponsabilidad" de "no respetar las reglas".

AGRADECIMIENTO A IBARRA El presidente se refirió también a unas declaraciones del presidente de la Junta de Extremadura, el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que le conminó a reconsiderar su "promesita" de estar sólo ocho años en el poder ante la situación conflictiva que se vive en Euskadi. En tono irónico, Aznar consideró un "honor" las palabras de Rodríguez Ibarra y le agradeció esa "consideración personal y política" hacia él.

Sin embargo, Aznar se apresuró a apostillar: "No sé si la misma sensación que tengo yo la tendrá el secretario general del PSOE". Tras apuntar que el presidente extremeño no confía en que José Luis Rodríguez Zapatero esté capacitado para preservar la unidad de España, el presidente del Gobierno y del PP dijo que él sí tiene "toda la confianza" en el secretario general del partido y candidato a la Moncloa, Mariano Rajoy. Aznar se mostró convencido de que su sucesor sabrá "defender la Constitución y el Estado de derecho en España".

Aznar se refirió también, durante su comparecencia pública en Bolivia, a la violenta situación que se vive en Irak durante meses después del fin oficial de la guerra. Al hilo de su condena de los atentados de ayer contra dos sinagogas en Estambul, el jefe del Ejecutivo reafirmó su compromiso en la lucha contra el terrorismo internacional. Noticias relacionadas:

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