La Comunidad de Madrid contará con nuevas infraestructuras y podrá retocar su estatuto de autonomía si tras las elecciones legislativas de marzo el PP sigue al frente del Gobierno central. Este fue el compromiso que ayer adquirió José María Aznar ante la presidenta madrileña, la popular Esperanza Aguirre, en la entrevista que ambos celebraron en la Moncloa.

Más risueña que nunca, Aguirre compareció ante los medios de comunicación para informar del aval que había obtenido de Aznar. Tras ratificar que el PP apuesta por la "estabilidad institucional" que emana de los estatutos vigentes, Aguirre confirmó que el Gobierno madrileño abordará una reforma estatutaria para dividir la comunidad en varias circunscripciones electorales. Cambio que justificó porque "no tiene nada que ver" con el autogobierno madrileño, y que el vicepresidente Javier Arenas apoyó porque "no afecta a ninguna de las cuestiones fundamentales de la Constitución". Respecto a las inversiones del Estado, Arenas confirmó que el Gobierno del PP tiene un "compromiso de futuro" con Madrid.

NUEVAS INFRAESTRUCTURAS Aguirre fue más allá y desgranó las obras incluidas en la "segunda generación de infraestructuras que el Estado tiene que hacer en Madrid": la sexta carretera de circunvalación (M-60); las radiales alternativas a la N-I y la N-VI; la ampliación del aeropuerto; la mejora de la red férrea de cercanías; y las líneas de alta velocidad (AVE) que conectarán Madrid con todas las capitales de provincia. Proyectos que se sumarán a las carreteras radiales R-3 y R-5, ya en marcha.

La nueva presidenta anunció que la Comunidad madrileña ya ha abierto las negociaciones con el Ministerio de Fomento para fijar el calendario de estas nuevas infraestructuras.

Junto a estas demandas, la presidenta autonómica planteó a Aznar que la Comunidad de Madrid necesita más recursos para sufragar la factura sanitaria, ya que desde el 2001, cuando entró en vigor el nuevo modelo de financiación autonómica, 500.000 nuevas personas --sobre todo inmigrantes-- se han incorporado al sistema de salud. En este caso, Aznar se limitó a tomar nota.

Eso sí, tanto Aguirre como Arenas --que ejerció de portavoz de Aznar-- cargaron contra el PSOE por dañar la "cohesión" con sus "frívolas e irresponsables" propuestas autonómicas. Le acusaron en concreto de atacar la "columna vertebral del Estado" para respaldar las demandas del nuevo presidente de la Generalitat catalana, Pasqual Maragall, que hoy será recibido por Aznar.