El presidente del Gobierno español, José María Aznar, aseguró ayer que volverá con más tiempo a Nuevo México una vez que abandone la jefatura del Ejecutivo y, entre bromas, prometió estudiar alguna de las alternativas que le había planteado previamente el gobernador de este estado.

Aznar participó ayer en un acto celebrado en el Palacio de los Gobernadores de Santa Fe, donde se encuentra de visita oficial dentro de su gira por varios estados de EEUU de fuerte presencia hispana.

Los elogios del gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, hacia la labor de Aznar llevaron a aquél a bromear proponiendo al presidente del Gobierno español que, cuando acabe su mandato, opte al puesto de gobernador de Nuevo México o al de portavoz del Estado. Aznar recogió el guante lanzado por Richardson señalando que no le había pasado desapercibido lo que había "dejado caer".