José María Aznar pretende que en la campaña electoral de mayo juegue un papel estelar el conflicto vasco, uno de los terrenos donde el PP se mueve con más comodidad. Con tal propósito, el presidente del Gobierno dio ayer un nuevo golpe de efecto al anunciar que concurrirá a los comicios de mayo cerrando la candidatura municipal del PP en Bilbao. "Sólo tiene un valor testimonial, pero es mi testimonio", dijo ante los casi 2.000 cargos de su partido que asistieron a la convención nacional inaugurada ayer en Madrid.

El anuncio se produce después de que dirigentes vascos del PP pidieran al secretario general, Javier Arenas, mayor autonomía para diseñar la campaña municipal en Euskadi. Pero Aznar, al concurrir como candidato en Bilbao, persigue dos objetivos: primero, polarizar en Euskadi unas elecciones cuyos resultados pueden resultarle adversos en el conjunto de España; y segundo, afianzar al PP como alternativa en detrimento del PSE y frente al PNV, que aspira al espacio electoral de la suspendida Batasuna.

INTERVENCION SORPRESA

A Aznar le gusta ser "impredecible" en lo personal y en lo político, como él mismo dijo en su intervención sorpresa. "Quiero estar en esas elecciones, quiero hacer todo lo que esté al alcance de mi mano", afirmó.

Los miembros del comité ejecutivo se quedaron de una pieza. Jaime Mayor Oreja, el más eufórico, no se mostró partidario de que el ejemplo se extienda. "Sería perjudicial hacer de la excepción la regla", afirmó. Para Mayor sería una "catástrofe" que las listas de los populares en Euskadi se llenen de foráneos porque "significaría que el concejal de a pie no tiene ningún papel".

Los más importantes dirigentes del PP no tienen intención de seguir la senda de Aznar. Francisco Alvarez-Cascos estaba "asimilando la sorpresa". El ministro de Fomento y exvicepresidente del Gobierno afirmó que Aznar "toma iniciativas para que no las imiten los demás". Así ha sido "en la decisión más importante que ha tomado", añadió, en relación al compromiso personal del líder del PP de no repetir como presidenciable en el 2004, ejemplo que no ha permitido seguir a dirigentes regionales.

La idea de cerrar la lista de Bilbao se le ocurrió al cabeza de candidatura, Antonio Basagoiti. Se lo sugirió a José María Aznar en una reunión celebrada a mediados de noviembre en el palacio de la Moncloa cuando el presidente del PP recibió a los alcaldables de las principales ciudades. Basagoiti le dijo a Aznar que "qué mejor ejemplo" para cumplir las órdenes que había dado a todos los cargos del PP de implicarse en las municipales vascas.

REACCIONES

La noticia no fue bien recibida por la oposición. Iñaki Azcuna, alcalde de Bilbao y candidato del PNV, aseguró que "suena a circo y a coña marinera" y auguró, además, que Aznar caerá en "paracaídas" sobre la ciudad, "sólo para recoger los votos de la derecha recalcitrante".

Manuel Chaves, presidente del PSOE, señaló que al PP "no le van a servir conejos sacados de la chistera con destreza de prestidigitador" para frenar la falta de confianza que la sociedad tiene en el Gobierno.