José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero chocaron frontalmente, en un encuentro secreto que mantuvieron el domingo en la Moncloa, sobre la actitud que debe adoptar España ante la probable guerra contra Irak.

Aznar explicó ayer que le pidió "por tres veces" al dirigente del PSOE que apoyara la posición del Gobierno y reprodujera el consenso político PSOE-PP de 1991 sobre la guerra del Golfo. Zapatero relató, también ayer, que el presidente le había exhortado a "apoyar las tesis de George Bush" sin ofrecerle prueba alguna que justifique un ataque bélico contra Irak. "Le dije que discrepaba de su seguidismo", enfatizó el líder socialista.

El encuentro, de más de una hora de duración, fue concertado el viernes a mediodía a iniciativa del presidente del Gobierno. En todo caso, las posiciones que mantuvieron ambos políticos ya estaban fijadas de antemano.

EL ENOJO DE AZNAR

Aznar había insistido en distintos foros que Sadam Husein incumple reiteradamente las resoluciones de la ONU que le instan a destruir su armamento. A su vez, Zapatero había rechazado una acción militar contra Irak argumentando que "no hay causas ni razones" para ello. También había censurado al jefe del Ejecutivo español por la carta que firmó, junto al dirigente británico, Tony Blair, y otros seis líderes europeos, en apoyo de los planes bélicos de Bush.

La negativa del líder del PSOE a apoyar al Gobierno enojó al presidente, que descalificó con dureza a la oposición. Esta, dijo, se caracteriza por el "oportunismo, el aislacionismo rancio y la ansiedad de poder". "El PSOE no está preparado para asumir responsabilidades de Gobierno", remachó Aznar, y apostilló: "Bien que lo lamento". El presidente contrapuso la actitud de Zapatero con el apoyo que el PP dio a Felipe González cuando en 1991 se desencadenó la guerra del Golfo, tras la invasión de Kuwait por Irak. Entonces, puntualizó Aznar, la oposición (el PP, dirigido por él mismo) "tenía sentido de Estado". Zapatero celebró luego esta alusión: "Finalmente Aznar ha reconocido el perfil de hombre de Estado de Felipe González".

Aznar aseguró que el Gobierno "trabaja" por el consenso en el Consejo de Seguridad de la ONU. En relación al mayoritario sentimiento antibélico de los españoles y para contrarrestar los alegatos públicos en favor de la paz, entre los que destacó la ceremonia de entrega de los premios Goya, el jefe del Ejecutivo afirmó con contundencia: "Nadie tiene el monopolio del sentimiento pacífico en España".

Zapatero afirmó que los planes bélicos de EEUU conducen "a más desorden e inseguridad", y se opuso a una guerra que se desencadene por sospechas, convicciones o indicios que sólo parece tener Bush. El presidente extremeño lo criticó por acudir a la cita con Aznar, porque éste "le utilizó para sus fines", dijo.