José María Aznar no sólo seguirá formando parte de la dirección del PP en calidad de presidente de honor, sino que además clausurará el 15º congreso de los populares. El próximo presidente de honor del partido asumirá ese cargo en el cónclave que se celebrará el primer fin de semana de octubre en Madrid. La agenda del congreso prevé una intervención del expresidente del Gobierno el domingo, justo antes de que Mariano Rajoy dé por cerrado un encuentro del que saldrá como nuevo líder del PP.

La fórmula emula el sistema elegido por Rajoy para los mítines que ofreció en la pasada campaña electoral para las generales, cuando Aznar hablaba en penúltimo lugar para dar paso al candidato, que cerraba el acto.

CAMBIO DE PLANES El PP aseguró entonces que ése era un sistema "transitorio", que dejaría de aplicarse cuando Aznar cediera completamente su bastón de mando del poder a su sucesor. Sin embargo, la derrota de los populares en esas elecciones y en las europeas llevó a Rajoy a mantener al expresidente del Gobierno a su lado en la dirección del partido, hasta el punto de compartir con él el acto de clausura del congreso.

Para el congreso de la "renovación", como lo bautizó el coordinador de comunicación del PP, José María Michavila, el próximo cónclave de los populares, el PP ha optado por un lema que recupera una de las ideas fuerza más tradicionales de los conservadores: la unidad de España. España, la ilusión que nos une es el lema elegido para el 15º congreso del PP. La conjunción de la palabra España y el verbo unir revela que el PP ha encontrado en el debate para las reformas autonómicas el asidero que necesitaba para afrontar su nueva etapa como principal partido de la oposición. "España es para nosotros una riqueza y somos españoles con satisfacción", resumió ayer Michavila para razonar la elección del lema del congreso.

Michavila, junto al secretario de organización del PP, Sebastián González, anunció que el cónclave debe servir "como banderín de salida para ganar las próximas elecciones" y aseguró que, pese a haber perdido los últimos comicios, Rajoy tiene "las manos libres" para formar una dirección a su medida.