En la agenda estival de José María Aznar no hay hueco para abordar su sucesión. Antes de iniciar sus vacaciones, el presidente advirtió de que no tenía la menor intención de nombrar al sucesor hasta mediados de septiembre, y aún menos de abrir consultas antes de esa fecha. Según fuentes gubernamentales, Aznar no moverá ficha al menos hasta después de la proclamación de Josep Piqué como candidato del PPC a la Generalitat de Cataluña.

El jefe del Ejecutivo reanudará su actividad política la última semana de agosto, en la que tiene previsto celebrar dos cenas con militantes --en Menorca y en Quintanilla de Onésimo (Valladolid)--, despachar con el Rey en el palacio de Marivent y, el viernes 29, presidir una reunión del Consejo de Ministros. Será la última a la que asista Piqué, que inmediatamente después abandonará el Gobierno para presentarse a las elecciones catalanas. Tras acudir a su cita anual con el Foro Ambrossetti, en Italia, el 7 de septiembre Aznar viajará a Barcelona para arropar a Piqué en su acto de proclamación como cabeza de lista del PP de Cataluña.

En septiembre, cuando Piqué abandone el Ministerio de Ciencia y Tecnología, apenas faltarán cuatro meses para la disolución de las Cortes. Este es el argumento que esgrime la Moncloa para diagnosticar que el sustituto de Piqué debe ser un secretario de Estado que dé continuidad. El mejor situado es Pedro Morenés, su secretario de Estado de Política Científica y Tecnológica.