El Gobierno de José María Aznar ha empezado a preparar los pactos poselectorales con casi un año de antelación. Ministros y dirigentes del PP mantienen contactos con los dirigentes de varios partidos regionalistas con el objetivo de propiciar alianzas para, tras las elecciones de la próxima primavera, tratar de desbancar al PSOE en las autonomías y municipios donde la aritmética lo permita, según fuentes gubernamentales.

La última encuesta del CIS ha despertado en el Ejecutivo más escepticismo que entusiasmo. Si bien el sondeo otorga la victoria al PP en seis de las 13 autonomías en liza, en dos de ellas --Baleares y Aragón-- podrían reeditarse las alianzas que en 1999 permitieron al PSOE hacerse con el poder aun sin ser la lista más votada.

Se trataría de pactos con fuerzas regionalistas como Unió Mallorquina (UM), en Baleares; el Partido Aragonés (Par), en Aragón, o el Partido Andalucista (PA), que tiene dos consejeros en la Junta y controla junto al PSOE los ayuntamientos de Sevilla, Granada y Almería.

LA SOMBRA DE ZAPATERO

A estos pronósticos adversos se suman los estudios internos del PP, que le arrojan resultados todavía menos esperanzadores: los socialistas no sólo conservarían su actual poder territorial si repitieran los pactos de 1999, sino que además superarían con cierta holgura a los populares en el cómputo global de las elecciones del 2003. Una provechosa cosecha que reforzaría las opciones del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, como candidato a la Moncloa.

Para conjurar ese riesgo, el PP se ha propuesto conservar su emblemático feudo de Madrid --con Alberto Ruiz Gallardón como alcaldable y sostén de la presidenciable Esperanza Aguirre-- y limitar el margen de maniobra del PSOE para articular pactos de gobierno en Baleares, Aragón y en los municipios andaluces.

En Baleares, el ministro de Medio Ambiente y virtual candidato autonómico del PP, Jaume Matas, ha mantenido reuniones con Maria Ant²nia Munar, presidenta de UM y hoy aliada del presidente balear, el socialista Francesc Antich. En Canarias, Mariano Rajoy y Javier Arenas han blindado recientemente su alianza con la gobernante Coalición Canaria para impedir que tras las elecciones trate de granjearse el apoyo socialista.

Arenas también ha mantenido contactos con el líder del Par, José Angel Biel, y con el Partido Andalucista. En los encuentros no se han abordado los escenarios poselectorales, pero sí se ha expresado la disposición del Gobierno a estrechar relaciones.

Según fuentes gubernamentales, el PP no incurriría en la contradicción de aliarse con estos regionalistas porque sólo lo haría de ser la lista más votada, mientras que el PSOE pactó en 1999 pese a haber obtenido menos sufragios que los populares.

Más información:

Aguirre ´blinda´ su equipo de campaña con varios altos cargos del Gobierno