El expresidente del Gobierno José María Aznar arremetió ayer contra el Ejecutivo socialista y le acusó de intentar sustituir el pacto antiterrorista por un acuerdo "de mínimos" para "mantener, a prueba de bombas", las conversaciones con ETA. El dirigente conservador reprochó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que haya permitido que ETA vea reforzada sus tesis de que es posible "matar y negociar" al mismo tiempo.

Aznar recibió ayer en San Sebastián el premio de la Fundación Gregorio Ordóñez por su actitud frente al terrorismo, en un acto en el que participaron también la presidenta del PP del País Vasco, María San Gil, y Ana Iribar, la viuda del concejal del PP asesinado por ETA hace 12 años. También estuvo presente Trinidad Jiménez Becerril, hermana de Alberto Jiménez Becerril, concejal popular sevillano asesinado junto con su mujer en 1998.

Horas antes, Aznar participó junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Agirre, y el secretario de comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, en una ofrenda floral ante la tumba de Gregorio Ordóñez.

En el discurso que pronunció tras recibir el premio, se mostró contrario a mantener ningún tipo de conversaciones con los terroristas. Sostuvo que "nunca jamás se debe unir" el final del terrorismo con una negociación política "bajo ningún nombre", y declaró que a los terroristas se les debe dejar claro que "no verán otra mesa que aquella en la que depositen sus armas".

´NO´ A LAS CONVERSACIONES En un discurso muy medido, Aznar afirmó que "la derrota de ETA" y la "paz definitiva" en Euskadi únicamente son posibles a través de la aplicación del pacto antiterrorista y la ley de partidos, "y nunca por el diálogo".

Las alabanzas a la política antiterrorista de los gobiernos del PP fueron una constante en el discurso que pronunció el expresidente, que le preguntó a Zapatero "por qué se ha desviado de lo que estaba funcionando bien" y había conseguido "derrotar a ETA". Además, le recomendó que abandone la idea de que es posible una "solución dialogada" con los terroristas, y sobre todo, que no permita que la banda disponga de "las llaves" para abrir un proceso de este tipo "cuando le interesa".

Aznar confió en "el Estado de derecho y en la movilización de la sociedad" para "evitar que el aventurerismo arrastre al conjunto de las instituciones del Estado hacia una crisis general".