José María Aznar no se mordió la lengua. En un discurso de excepcional dureza contra Francia y Alemania, el presidente del Gobierno afirmó ayer que la política europea "no puede hacerse contra EEUU, y menos en una cuestión como Irak" y lanzó una advertencia extrema: la tibieza en la relación transatlántica constituye un peligro no sólo para la seguridad de Europa frente a amenazas externas, sino también para la paz entre los propios países europeos.

"En los fundamentos de la unidad europea siguen existiendo sus razones de fondo: la paz entre las naciones europeas y la prosperidad compartida. Para la paz es vital una relación atlántica firme. No juguemos con los conceptos básicos de los que dependen nuestra seguridad, nuestra convivencia y nuestra propia existencia", manifestó Aznar.

TENTACIONES

Aunque evitó citar nombres, el presidente aludía con claridad al presidente francés, Jacques Chirac, y al canciller alemán, Gerhard Schröder, que se han destacado por su rechazo a la política de Washington en Irak. Siempre con el ojo puesto en los dos mandatarios díscolos, Aznar manifestó que "el débil tiene siempre la tentación de que el fuerte lo pase mal" y añadió que "puede haber gente relamiéndose en Europa porque a EEUU le vaya mal (en Irak)".

El presidente hizo estas declaraciones en la clausura de la segunda universidad de verano de la Red Europea de Ideas, organizada por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que pertenece al Partido Popular y preside el propio Aznar. El jefe del Ejecutivo dedicó la mayor parte de su intervención a resaltar la "debilidad" de Europa y la necesidad que tiene, por su propio bien, de fortalecer las relaciones con Washington.

LOS MAS DEBILES

En referencia a las complicaciones que afrontan EEUU y sus aliados en la posguerra iraquí, dijo Aznar: "De todos los que tengan que perder, los que más vamos a perder somos los europeos, porque somos los más débiles".

Dos días después de que Chirac afirmara que la política de los aliados en Irak ha desatado un "movimiento de resistencia", Aznar replicó que "cuando se atenta contra un edificio de la ONU o una mezquita, hablamos de terrorismo, no de resistencia ", dijo.

En su defensa incondicional de la relación transatlántica, Aznar argumentó que no ve "otra alternativa". "Se podría pensar en una alianza con China, con India, pero no", ironizó. Añadió a renglón seguido: "Yo creo en eso que llaman los valores occidentales" y citó "el derecho, la ley, la democracia, la convivencia, todo eso".

El presidente dijo que su discurso respecto a los lazos con Estados Unidos sería probablemente más matizado si Europa pudiese "garantizarse la seguridad por sí misma". En tal caso, señaló, la relación transatlántica "podría ser secundaria".

En este punto resaltó que "la debilidad militar europea desde la caída del Muro de Berlín produce más división en Europa que espíritu de unidad" y avisó de que esa debilidad se puede acentuar por los problemas económicos. "Es un mal escenario para Europa", diagnosticó. A su juicio, la "única posibilidad" que tiene Europa de influir en el mundo es "convirtiéndose en el principal poder económico".

"VEN QUE YO NO PUEDO"

Frente a quienes, como Francia y Alemania, defienden una relación transatlántica sin subordinación a EEUU, Aznar replicó que "eso es lo que hay ahora". "Cuando no se puede hacer una operación en Kosovo no cabe mayor expresión de subordinación que decir: ´Ven, que yo no puedo´", dijo, en referencia a la intervención norteamericana en la crisis balcánica.