El expresidente del Gobierno José María Aznar pagó dos millones de dólares (275 millones de las antiguas pesetas) a una conocida empresa de abogados de Washington para promover su imagen como jefe del Ejecutivo español y, de esa forma, lograr las firmas necesarias que requería la concesión de la Medalla de Oro del Congreso estadounidense, ha informado la Cadena SER.La cadena radiofónica asegura que el exsecretario de Asuntos Exteriores, Ramón Gil Casares, ha reconocido la existencia del contrato, aunque no ha precisado si éste incluía trabajos en favor de la concesión del galardón.Ese contrato que, tres meses antes de las elecciones, se firmó con el bufete Piper Rudnick, supuestamente fue financiado con fondos del Ministerio de Exteriores, "a través de un cauce extraordinario que garantizaba la confidencialidad". "Los fondos se desviaron a través de la Secretaría de Estado para Asuntos Exteriores e Iberoamérica", ha asegurado la emisora.La relación establecida con el bufete debía servir para "asistir al Gobierno de España en diplomacia pública y comunicación estratégica" y reforzar las relaciones con la Casa Blanca, y establecía un pago inicial de 700.000 dólares --correspondientes a los siete primeros meses--, y mensualidades de 100.000 en los meses posteriores, hasta completar los dos millones de dólares. El documento no preveía la relación contractual en caso de que el PP perdiera las elecciones.El citado pago inicial, siempre según la SER, se sufragó a través de la Embajada de España en Washington y el exembajador Javier Rupérez actuó como representante del Gobierno español.En primer término, el citado lobby' presuntamente se ocupó de recabar apoyos para que congresistas y senadores de EEUU dieran su firma a la concesión a la medalla de oro del Congreso al expresidente del Gobierno español.Semanas antes de que Aznar pronunciara su discurso en el Congreso, la empresa de abogados redactó una carta en nombre del embajador Rupérez "para describir los logros del presidente Aznar durante sus ocho años de presidencia" para los congresistas.Detalles de las facturasEl bufete contratado por el entorno de Aznar supuestamente realizó una facturación detallada, en la que se incluían los tiempos que llevaba realizar cada uno de los trabajos encargados. Así, según las facturas facilitadas por la cadena de radio, uno de ellos, J. Boggs, cobra 805 dólares por una reunión rápida en la embajada de España para discutir el borrador de la carta el 21 de enero; otro abogado, D. Marshall, cobra otros 1.110 dólares el mismo día por valorar el borrador; al día siguiente, J. Pickup, miembro del mismo lobi, factura otros 1.087 dólares por revisar la hoja en la que se detallan los logros de Aznar.El día 23, un cuarto abogado, I. Sánchez, cobra 672 dólares por una revisión de la carta a la que apenas dedica poco más de una hora de su tiempo.Pagos por asistencia a actosLos abogados supuestamente también contactaron con los despachos de los miembros del Congreso para "rogar asistencia" a la sesión en la que Aznar se dirigiría a los estadounidenses. Además, en la facturación se detallan también los esfuerzos del Gobierno español para conseguir firmas de congresistas y senadores en la resolución que proponía la concesión de la Medalla de Oro del Congreso a Aznar, "por ser un aliado firme e incondicional de EEUU y por su apoyo a la guerra contra el terrorismo".El 30 de enero, cuando se acercaba el discurso de Aznar, los abogados reforzaron su campaña con el envío de otras 40 cartas y con varias llamadas a congresistas, una labor por la que cobraron 3.420 dólares.Esos abogados contratados, supuestamente, por el Gobierno de Aznar, también cobraron por asistir a los actos del propio expresidente en Washington: uno de los profesionales del bufete llegó a cobrar 1.536 dólares por estar presente en una comida de la Cámara de Comercio.