Se equivocaron quienes vaticinaron que, generosamente, José María Aznar cedería todo el protagonismo a Mariano Rajoy al clausurar el congreso del PP. Aclamado por los delegados como presidente de honor, Aznar los instó a enorgullecerse de su partido y se empleó con singular dureza contra el PSOE. "Nunca hemos usado cal viva para encubrir un asesinato", proclamó Aznar en alusión a los episodios de guerra sucia contra ETA registrados hace dos décadas, cuando gobernaba el PSOE.

NOSTALGIA O ESPERANZA Aznar pudo haber pronunciado un discurso de perfil bajo, con agradecimientos a la militancia y alabanzas a Rajoy. Pero el expresidente hizo lo contrario. Defendió su gestión --incluida la guerra de Irak--; definió qué tipo de oposición espera de su sucesor; acusó al PSOE de "manipular y mentir" tras el 11-M para arrebatar el poder al PP; y contrapuso la masacre de Madrid a los crímenes del GAL. Al ovacionarlo sin tregua, los delegados evidenciaron que en el PP aún pesa más la nostalgia por el pasado de Aznar que la esperanza ante el futuro que encarna Rajoy.

CADAVERES Sin citar al socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien propuso para Aznar el cargo de "presidente de horror" del PP por haber provocado los "200 muertos" del 11-M, el exjefe del Ejecutivo declaró: "Me da igual que me digan que soy como Bin Laden (...) o que un señor diga que tengo 200 cadáveres a las espaldas. El sabrá cuántos cadáveres llevan en su cuenta sus amigos, ésos a los que ampara y anima". Tras esta alusión al apoyo de Ibarra a José Barrionuevo y Rafael Vera, condenados por el GAL, Aznar recordó que el PP "nunca" practicó la guerra sucia.

El expresidente aseguró que se va "con la cara alta y las manos limpias", y que dará "la cara" en la comisión del 11-M para que "la verdad salga a la luz". Entendiendo por "verdad" que los socialistas "manipularon y forzaron la voluntad popular" en las elecciones del 14 de marzo.

A Rajoy le aconsejó que practique la oposición "mañana, tarde y noche", y que, como él, se oponga a las reformas constitucionales y estatutarias. Al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, lo acusó de practicar el "revanchismo", de "desconstruir " la herencia recibida y de abrir una "causa general" contra el PP.

Instó a los militantes a sentirse "muy orgullosos de pertenecer al PP". En respuesta a Alberto Ruiz Gallardón, que ha animado al PP a admitir errores, Aznar pidió a los populares que "no sientan vergüenza" por haber gobernado: "Hicimos lo correcto".